Pablo Nicolás: “La Iglesia ya no puede mirar para otro lado ante la salud mental”

El sacerdote y psicólogo madrileño abandera la ponencia de clausura de las IX Conversaciones PPC organizadas por la editorial y el Instituto Superior de Pastoral

▪ Pablo Nicolás. Profesor de Psicología pastoral en el Instituto Superior de Pastoral,

Ya no es posible mirar hacia otro lado ante los problemas de salud mental de nuestra gente, tanto dentro de la Iglesia como fuera”. Con esta contundencia se mostró esta tarde Pablo Nicolás en la ponencia de clausura de las IX Conversaciones PPC, organizadas por la editorial y el Instituto Superior de Pastoral.



Para el sacerdote y psicólogo, la Iglesia debería llevar la delantera como lo ha hecho desde hace siglos para acompañar en materia de salud mental. “Estudiar psicología es hoy necesario para cualquier desarrollo pastoral”, comentó el docente, que subrayó cómo “estaremos mejor preparados en materia de evangelización si tenemos herramientas formativas”. Desde ahí, advirtió de que “la realidad de la salud mental es compleja, porque tendemos a las etiquetas, mientras que esa formación nos hace borrar esos clichés”.

Mayor inversión

A la hora de reflexionar sobre cuál ha de ser la hoja de ruta de la Iglesia para promover procesos en los que cuide y atienda la salud mental, reclamó entornos “menos paternalistas”, más sensibilidad ante esta realidad, contar con más profesionales de la salud mental con la inversión que requiere y mayor coordinación con otros proyectos sean o no eclesiales.

▪ Pablo Nicolás. Profesor de Psicología pastoral en el Instituto Superior de Pastoral,

▪ Pablo Nicolás. Profesor de Psicología pastoral en el Instituto Superior de Pastoral, psicólogo y sacerdote.

La salud mental no puede ser una moda para la Iglesia, sino que tiene que ser una apuesta constante y permanente”, insistió, poniendo en el centro a la persona, sirviéndose de la oración como cauce sanador, alentando relaciones fraternas…

A esto añadió la importancia de la cultura sinodal para “crecer en horizontalidad nos permitirá acercarnos más a los que necesitan de nuestra ayuda”. A la par, Nicolás expuso que la salud mental no se puede abordar como un hecho aislado, cuando “se extiende a todas nuestras realidades sociales y eclesiales, desde los migrantes hasta los mayores, pasando por los jóvenes, los sacerdotes, los religiosos y los laicos”.

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