Papa Francisco en su visita a Colombia. Foto: CEC
Además de los tres cardenales: uno elector, Luis José Rueda, y dos eméritos: Rubén Salazar y Jorge Jiménez, en los funerales del papa participó una comitiva de obispos colombianos, encabezada por Francisco Múnera, arzobispo de Cartagena y presidente del Episcopado.
“Los días blancos de nuestro caminar como país”, así describe Múnera la visita que hizo Francisco en 2017, por lo que pidió a agradecer por su vida y ministerio petrino. Un apoyo incondicional – dijo – que se tradujo en innumerables gestos de cercanía de Bergoglio.
Para el prelado hay un compromiso de la Iglesia y el país: apostar a la paz, el perdón y la reconciliación, porque como rezaba el lema de la visita papal, todos están llamados a “dar el primer paso”.
“Pues completemos ese primer paso y ojalá demos el segundo para caminar juntos hacia una patria reconciliada y en paz”, apuntó.
Múnera aseguró que la Iglesia colombiana está llamada a avanzar en la sinodalidad, cada quien desde sus carismas, vocaciones y ministerios.
El Papa latinoamericano abrió esa puerta, “ahora nos corresponde implementar en cada una de nuestras diócesis y en cada una de nuestras comunidades parroquiales, movimientos, asociaciones, la vida consagrada, nuestros presbiterios”, dijo.
Un pueblo de Dios que marcha en Colombia a pesar de sus diferencias, por lo que recogiendo el mensaje de Francisco, invitó a acercar las orillas ideológicas para “construir el proyecto de nación que necesitamos”.
Asimismo ha pedido ser custodios de la casa común, “de nuestros territorios, nuestras selvas, nuestros bosques, todas las criaturas, pero sobre todo cuidemos la dignidad de cada persona, los derechos fundamentales”.