Las agustinas procedentes del país latinoamericano ocupan ya más de la mitad de las celdas del monasterio de Santa María de Gracia
FOTODELDÍA MADRIGAL DE LAS ALTAS TORRES (ÁVILA) 01/02/2025.- El monasterio de las Madres Agustinas Nuestra Señora de Gracia, antiguo Palacio Real de Juan II y Casa Natal de Isabel la Católica, en la localidad abulense de Madrigal de las Altas Torres, acoge la 'profesión solemne' de tres monjas de nacionalidad colombiana, de entre 29 y 47 años, que tras 8 años de preparación, entran a formar parte de una comunidad integrada por una docena de religiosas, tres de ellas españolas, con entre 85 y 97 años. EFE/ Raúl Sanchidrián
Tres religiosas colombianas, de entre 29 y 47 años, emitieron sus votos solemnes dentro de la Orden de San Agustín este sábado, 1 de febrero, en la iglesia del monasterio de Santa María de Gracia de Madrigal de las Altas Torres (Ávila).
El evento fue presidido por el obispo abulense, Jesús Rico, que lideró un rito poco usual, al realizar una profesión solemne simultánea para las tres religiosas. Se trata de sor Sandra Magdalena de Cristo Resucitado, sor Maciel de San José y sor María Isabel de la Santísima Trinidad, que ahora forman parte de una comunidad de una docena de religiosas, en la que solo tres son españolas, de edades comprendidas entre los 85 y 97 años. Las nueve restantes, todas colombianas y mucho más jóvenes, han llegado a España a través del Camino Neocatecumenal, contribuyendo a la revitalización de los conventos españoles, muchos de los cuales enfrentan el cierre debido al envejecimiento de sus comunidades y la escasez de vocaciones.
A finales de este año se espera que una cuarta monja colombiana se una a esta comunidad, que actualmente ocupa la mitad de las 25 celdas de este histórico monasterio, que, en 1476, acogió las Cortes, tras la proclamación de Isabel la Católica como reina de Castilla.
La ceremonia inició con una solemne procesión encabezada por una veintena de sacerdotes concelebrantes, seguidos por las tres religiosas. Durante el rito, sus velos blancos fueron reemplazados por los negros característicos de la orden agustiniana, marcando su ingreso definitivo tras un proceso formativo de ocho años que incluyó un año de postulado, dos de noviciado y cinco de profesión simple.
La priora del monasterio, Carola Andrea Díaz Cárdenas, en declaraciones a Diario de Ávila, explicó que la llegada de religiosas colombianas a esta comunidad en la villa natal de la reina católica es un símbolo de reciprocidad histórica. “Es como volver a las raíces, devolver lo que nos han dado”, expresó.