La localidad toledana de Navalcán ha celebrado la misa en honor de uno de sus patronos, san Pablo, con la presencia del nuncio Bernardito Auza. A pesar de la lluvia los navalqueños no quisieron pasar la ocasión de participar en una eucaristía que presidió el diplomático filipino, enmarcada en su cuenta atrás para culminar sus cinco años de misión en España.
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Auza comenzó su homilía transmitiendo a todos los presentes la gratitud por haber sido invitado a estas fiestas y también la Bendición Apostólica del Papa Francisco. En sus palabras recordó como La Conversión de San Pablo es la más extraordinaria en la historia del cristianismo y que gracias a ella nuestra religión salió de sus fronteras y la Palabra de Dios llegó a todos los confines del mundo.
Hacia adelante
“Vivimos tiempos recios, por lo menos desde el punto de vista de la fe”, aseguró el Nuncio, para continuar señalando que, en estos tiempos, “tenemos que agarrarnos a la esperanza tal y como se nos dice en el lema de este Año Jubilar que acabamos de comenzar, una esperanza cristiana que no defrauda. Vivir en y con la esperanza, siempre mirando hacia adelante, con valentía y teniendo siempre como meta la santidad”.
La visita del Nuncio fue agradecida por el párroco de la localidad, Carlos Fresneda quien, al término de la celebración eucarística tomó la palabra para constatar como esta visita “es muestra de la solicitud de la Iglesia por cada uno de nosotros. A veces pensamos que, por estar en un pueblo pequeño, estamos solos y la presencia del Señor Nuncio hoy aquí en Navalcán, nos recuerda que la Iglesia es católica, que, aunque estemos más lejos o en pueblos más pequeños el Señor y la Iglesia siguen pendientes de nosotros”.
Una decena de sacerdotes procedentes del arciprestazgo y otros sacerdotes hijos del pueblo concelebraron en esta eucaristía a la que acudió la Corporación Municipal, encabezada por el acalde, Jaime David Corregidor además de otras autoridades como Tita García Élez, Joaquín Romera, vicepresidente de la Diputación Provincial o la senadora Carmen Riolobos.
Misión País
Coincidiendo con las fiestas en honor a San Pablo, Navalcán también ha recibido esta semana pro segundo año consecutivo a Misión País. Treinta jóvenes universitarios que a lo largo de toda la semana han estado en la localidad para compartir trabajo, visitas a mayores y niños, evangelización con los mayores y también con los jóvenes de la localidad que vuelven para disfrutar de las fiestas. Misión País surge como una iniciativa misionera fundada por un conjunto de estudiantes universitarios católicos. Una treintena de jóvenes dedican una semana a estar en un pueblo en España, este año son veinte pueblos los elegidos, donde se actuará durante un período de tres años.
Durante esta semana realizan trabajos para la parroquia, visitan a los mayores, a los más pequeños, se involucran en sus tradiciones, conocen su gastronomía y sus fiestas. Para estos jóvenes es una experiencia única y diferente. Este año son una veintena de pueblos los elegidos para participar en Misión País y en el caso de la Archidiócesis de Toledo a Navalcán se unen la parroquia de Santa María la Mayor de Talavera de la Reina y Herrera del Duque.