Javier Martínez-Pinna: “El catolicismo debería ser el gran referente moral de nuestra sociedad”

El historiador y escritor Javier Martínez-Pinna

El profesor de Historia y autor del libro ‘Eso no estaba en mi libro de historia de la Iglesia católica’ (Almuzara) es una de las voces más destacadas en el ámbito de la divulgación histórica. Colaborador habitual de medios como ‘Muy Historia’, ‘National Geographic’ o ‘Clío’, Javier Martínez-Pinna también es cofundador de la revista ‘Laus Hispaniae’, dedicada a la exploración y difusión de la historia de España y su legado cultural. Su trabajo combina rigor académico con una capacidad única para acercar el pasado al lector medio.



PREGUNTA.- ¿Qué nos puede contar sobre el origen del cristianismo?

RESPUESTA.- A pesar de la proliferación de propuestas absurdas, entendemos el cristianismo como la religión inspirada por Jesús, cuyas enseñanzas se convirtieron en la base de un cuerpo de creencias que perdura hasta la actualidad.

Persecuciones y mártires

P.- Un aspecto que destaca en su libro es el de las persecuciones a cristianos…

R.- En un principio, su vida en Roma fue relativamente tranquila. Sin embargo, a partir del siglo III, las persecuciones dejaron de ser intermitentes. Su negativa a rendir culto al emperador supuso el inicio de acosos más violentos y extensos. Su recuerdo nos ha llegado en forma de relatos sobrecogedores que narran la vida y los tormentos padecidos por mártires que alcanzaron la santidad y se convirtieron en modelos de conducta.

P.- En el libro se habla de las grandes aportaciones de la Iglesia, pero también de episodios de corrupción y hechos poco edificantes.

R.- Tradicionalmente, a la Iglesia se la ha acusado de sostener un orden social injusto y de fomentar males como la compraventa de cargos eclesiásticos o la degradación moral del clero. En el siglo X, la crisis de la Iglesia alcanzó proporciones dramáticas, con episodios tan poco edificantes como el Concilio Cadavérico, en el que el cuerpo sin vida del papa Formoso fue juzgado, condenado y arrojado al Tíber. Pero esta situación, al menos en la Edad Media, ocurrió cuando la Iglesia perdió su libertad y los principales cargos fueron acaparados por miembros de la nobleza, sin vocación, interesados solo en mantener su estatus y privilegios. (…)

Consecuencias del Vaticano II

P.- ¿Por qué está resurgiendo el interés por el catolicismo en un mundo sometido a una intensa crisis existencial?

R. Seguimos viviendo las consecuencias del Concilio Vaticano II, que buscó respuestas para un mundo hostil al hecho religioso. Aunque el programa de renovación cristiana fue bien acogido, no fue suficiente para resolver los problemas de la Iglesia. En los últimos años, ante la degradación social, muchas personas han vuelto su mirada al catolicismo, que debería convertirse en el gran referente moral de nuestra sociedad.

Lea más:
Noticias relacionadas