Francisco: “Yo estudié que era pecado mortal si faltaban dos velas en el altar, y venial si faltaba una. Gracias a Dios esto ha pasado”

Francisco ha recibido hoy a la Academia Alfonsiana

El Papa ha recibido hoy en audiencia a los participantes en la Conferencia promovida por la Academia Alfonsiana, la cual se está celebrando con el tema ‘San Alfonso, pastor de los más pequeños y doctor de la Iglesia. La actualidad de la propuesta moral alfonsiana entre los desafíos y la esperanza’.



Durante su discurso, Francisco ha recordado que “el Concilio Vaticano II afirma que la teología moral, alimentada por la Sagrada Escritura, debe ayudar a los fieles a comprender la grandeza de su vocación de llevar al mundo la caridad de Cristo”. Por ello, el Papa ha subrayado que “el amor de Dios es nuestra guía, la guía de nuestras elecciones personales y de nuestro camino existencial”.

“En consecuencia”, ha continuado Francisco, “los teólogos morales, misioneros y confesores están llamados a entrar en una relación viva con el Pueblo de Dios, haciéndose cargo especialmente del grito de los últimos, para comprender sus verdaderas dificultades, mirar la existencia desde su ángulo y ofrecerles respuestas. que reflejen la luz del amor eterno del Padre”.

Moral ante los problemas de la vida

“Fiel a la tradición alfonsiana, tratáis de ofrecer una propuesta de vida cristiana que, con respecto a las necesidades de la reflexión teológica, no es, sin embargo, una moral fría, una moral de escritorio diría una moral ‘casuística'”, ha reconocido el Papa. “Lo digo por experiencia, porque por desgracia estudié una moral ‘casuística’ en aquella época. Piensa que nos prohibieron leer el primer libro de Häring, ‘La Ley de Cristo’, porque decían que era herético. Y estudié con esa moraleja: Pecado mortal si faltan dos velas en el altar, pecado venial si falta una sola”, ha relatado. “Gracias a Dios esto ha pasado, era moral de escritorio frío”.

En este sentido, el Papa ha pedido “una propuesta que responda a un discernimiento pastoral cargado de amor misericordioso, dirigido a comprender, perdonar, acompañar y sobre todo integrar. Ser eclesial presupone esto: integrar”.

Por otro lado, en cuanto a la bioética, que ha sido uno de los asuntos tratados durante la conferencia, Francisco ha señalado que “la propuesta bioética debe estar atenta a los dramas reales de las personas, que muchas veces se encuentran confundidas frente a los dilemas morales de la vida”. Por eso, el Papa ha recomendado “hacer accesibles los frutos de vuestro trabajo utilizando el lenguaje del pueblo y elaborando propuestas practicables y humanizadoras de vida moral”. “Para estar siempre del lado del ser humano concreto, utilicen las herramientas de la reflexión ética para construir sólidas barreras, que la defiendan de la mentalidad galopante de la eficiencia y el despilfarro”, ha aseverado.

Finalmente, y sobre cuestiones de moralidad social, el Pontífice ha apuntado que “también en este campo se necesita hoy una sólida reflexión”, ya que “la crisis ambiental, la transición ecológica, la guerra, un sistema financiero capaz de influir en la vida de las personas hasta el punto de crear nuevos esclavos, el desafío de construir la fraternidad entre las personas y entre los pueblos: estos temas deben estimularnos a la investigación y al diálogo”.

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