Francisco en el ángelus: “Los cristianos debemos ser creativos para hacer el bien”

El Papa ha recordado que, ante las injusticias, a los seguidores de Jesús “no se nos permite desanimarnos o, peor aún, dejarlo pasar, permanecer indiferentes”

Durante el rezo del ángelus de este domingo, el papa Francisco ha reflexionado acerca de la parábola que Jesús presenta en el evangelio de hoy. “En él podemos ver que sucede que quien se mueve en la oscuridad, según ciertos criterios mundanos, sabe salir adelante aún en medio de las tribulaciones, sabe ser más listo que los demás; en cambio, los discípulos de Jesús, es decir, nosotros, a veces estamos dormidos, o somos ingenuos, no sabemos tomar la iniciativa para buscar salidas a las dificultades”, ha señalado el Papa.



Así, ha apuntado en el rezo del ángelus de hoy como, por ejemplo, “en momentos de crisis personal, social, pero también eclesial: a veces nos dejamos vencer por el desánimo, o caemos en la queja y el victimismo“. En cambio, como dice Jesús, “también se puede ser astuto según el Evangelio, estar despiertos y atentos para discernir la realidad, ser creativos para buscar buenas soluciones, para nosotros mismos y para los demás”.

Del mismo modo, ha recordado que “para heredar la vida eterna, es decir, no es necesario acumular los bienes de este mundo, sino que cuenta la caridad que habremos vivido en nuestras relaciones fraternas”. Y es aquí donde, según el Papa, se encuentra “la invitación de Jesús: no uséis los bienes de este mundo sólo para vosotros y para vuestro egoísmo, sino utilizadlos para generar amistades, crear buenas relaciones, actuar en la caridad, promover la fraternidad y ejercer el cuidado de los más débiles”.

Hacer el bien

“Hermanos y hermanas, también en el mundo de hoy hay historias de corrupción como la del Evangelio; conductas deshonestas, políticas injustas, egoísmos que dominan las elecciones de individuos e instituciones, y muchas otras situaciones oscuras”, ha afirmado el Papa. “Pero a los cristianos no se nos permite desanimarnos o, peor aún, dejarlo pasar, permanecer indiferentes”.

“Al contrario”, ha concluido, “estamos llamados a ser creativos en hacer el bien, con la prudencia y la astucia del Evangelio, utilizando los bienes de este mundo, no sólo materiales, sino todos los dones que hemos recibido del Señor, no para enriquecernos, sino generar amor fraterno y amistad social”.

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