García-Baró, miembro de la comisión sobre abusos del Defensor del Pueblo: “Gabilondo valora mucho el trabajo de Repara”

  • La comisión del Parlamento y la de la CEE “han de coordinarse lo más posible. Sería trágico y rechazable que llegaran a conclusiones muy diferentes”
  • El Defensor del Pueblo “es consciente de que estamos ante un mal que afecta al conjunto de la sociedad y no solo a la Iglesia”

Tras comparecer ayer, lunes 20 de junio, en el Congreso de los Diputados, Ángel Gabilondo dio a conocer los nombres de las 20 personas que le asesorarán en la redacción final del informe que el Defensor del Pueblo elaborará cuando concluya su investigación sobre las denuncias por abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia.



Una comisión que buscará “recabar propuestas, medidas, cambios e iniciativas que logren resarcir a las víctimas e impedir que algo así vuelva a suceder” y que cuenta con nombres como el de Miguel García-Baró López, quien, desde enero de 2020, dirige Repara, el equipo del Arzobispado de Madrid que acompaña a las víctimas de esta lacra.

Diversidad e independencia

En este sentido, García-Baró valora muy positivamente la “apropiada” diversidad de perfiles entre los miembros del equipo de trabajo, destacando todos ellos por ser “independientes” y con experiencias propias y enriquecedoras.

La misma opinión le merece Gabilondo, “a quien conozco desde hace años y quien sé que tiene la mejor intención en su trabajo, siendo consciente de que estamos ante un mal que afecta al conjunto de la sociedad y no solo a la Iglesia”.

Acudió a conocer su trabajo

Algo que le demostró “cuando, tras pedirme formar parte del grupo, le invité a que viniera a conocer Repara y acudió encantado. Me dijo que valora mucho nuestro trabajo”.

En este sentido, el también miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas y catedrático de Filosofía de la Universidad Pontificia Comillas entiende que “tanto la comisión del Parlamento como la interna que elabora una auditoría a petición de la Conferencia Episcopal han de coordinarse lo más posible. Sería trágico y rechazable que ambas llegaran a conclusiones muy diferentes”.

Sin incompatibilidad

Entrar como asesor en el equipo del Defensor del Pueblo y prestar la colaboración que pida el despacho Cremades, lejos de suponer un problema (nadie se lo ha puesto a nivel interno o externo en el ámbito eclesial), lo aprecia como algo perfectamente normal. Y es que se trata de colaborar con todos los que “tengan como fin esencial trabajar por la verdad y la sanación de las víctimas”.

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