Sacerdote mexicano habla de la importancia para Latinoamérica si se revirtiera el derecho al aborto en Estados Unidos

Eduardo Hayen Cuarón, responsable de la Pastoral Familiar de la diócesis de Ciudad Juárez, considera que de eliminarse ese derecho, se estaría prohibiendo a grupos económicos y asociaciones abortistas financiar a grupos promotores del aborto en Hispanoamérica

personas provida en EEUU

La mirada de la comunidad provida en América está puesta en los Estados Unidos, pues nunca en la historia de esa nación se había filtrado un documento de la Suprema Corte de Justicia, como ocurrió hace unos días.



Dicho documento es un borrador que expresa la opinión de la mayoría de los nueve jueces de la Corte Suprema sobre el tema del aborto, y en él se define como un “error flagrante” la histórica decisión de 1973 de legalizar el aborto en el caso “Roe vs Wade”.

La pregunta importante –de acuerdo con el sacerdote mexicano Eduardo Hayen Cuarón, responsable de la Pastoral Familiar de la diócesis de Ciudad Juárez– es por qué el documento se filtró a la prensa, ya que se trata de un delito es gravísimo que, incluso, el mismo juez de la Corte, John Roberts, ha calificado como una “atroz ruptura de la confianza”, y ordenó abrir una investigación.

Para el también director del semanario diocesano Presencia, esta filtración tendría como objetivo, en un primer momento, generar presión sobre los jueces, pero también llevar al Congreso a cerrar el año de la Suprema Corte a fin de posponer la sentencia final debido a la falta de consenso.

La presión sobre los jueces

Si bien la Suprema Corte ha confirmado que el documento filtrado es auténtico, pero no es la decisión definitiva de la Corte ni la postura final de ninguno de los miembros, sino que sólo tiene valor de estudio, la presión que han recibido los jueces ha sido muy fuerte.

Esta ha sido la consecuencia inmediata de la filtración –explica el sacerdote– pues se han dado protestas y actos violentos frente a las casas de los jueces, “al grado que uno de ellos tuvo que huir con su familia a un lugar secreto”.

“Pero además –continúa– debido a que algunos jueces son católicos, los abortistas arremetieron contra diversas parroquias interrumpiendo la celebración de la Eucaristía con actos violentos y dejaron pintas en las paredes”.

“El ambiente en Norteamérica está más polarizado que nunca. Se trata de dos posturas irreconciliables que reflejan dos manera de interpretar el derecho. Por un lado quienes juzgan y entienden la Constitución con el espíritu con el que fue escrita y, por otro, quienes afirman que la Constitución debe adecuarse a los tiempos actuales”.

Las consecuencias a futuro

El sacerdote Hayen Cuarón considera que las cosas no están nada fáciles, pues la filtración del documento “puso el agua progre a hervir antes de tiempo”.

Lo cierto es que si en junio se llega a eliminar el derecho al aborto en Estados Unidos –dice– se estaría “dando el golpe más duro al negocio del aborto en nuestro vecino país y también en otros países”. Y es que, al menos 22 estados de la Unión Americana impondrían muchas restricciones al aborto.

Pero esto –apunta– también traería una consecuencia para América Latina, pues se estaría prohibiendo a grupos económicos y asociaciones abortistas como Planned Parenthood financiar a grupos promotores del aborto en Hispanoamérica.

Y desde su punto de vista, en los próximos años, la llegada de un presidente norteamericano provida a la Casa Blanca podría exigir a países que reciben ayuda financiera de Estados Unidos –México entre ellos– que dejara de promover el aborto en su país a cambio de tener esa ayuda.

Llamado a la oración

Pero mientras llega la decisión final de la Suprema Corte –que sería hacia finales de junio– “quienes defendemos la dignidad de la persona humana debemos seguir orando –como lo han pedido los obispos de Estados Unidos; porque esta es una batalla, ante todo, espiritual, un choque frontal entre la luz y las tinieblas”.

El sacerdote Hayen Cuarón hizo votos para que “la escalofriante cifra de más de 63 millones de bebés que han sido sacrificados en abortos en Estados Unidos desde 1973 podría empezar a detenerse, y Norteamérica podría representar un futuro de esperanza para muchas naciones”.

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