El adiós del hermano Pablo al cardenal Amigo: “Se deshizo con alegría franciscana”

“Vivió Para Cristo y para su Iglesia. Se deshizo, pero con alegría, la alegría franciscana, desde esa alegría que nace de las llagas del mismo Cristo”. Fueron las palabras que pronunció el hermano Pablo, secretario personal y escudero del fallecido cardenal Carlos Amigo al finalizar las exequias celebradas en la catedral de Sevilla.



Enfundado en su hábito como franciscano de la Cruz Blanca, Pablo repasó la trayectoria del purpurado vallisoletano: “La Iglesia puede llorar, rezar y aplaudir al cardenal Amigo, que se hizo para todos, para ganarnos para Cristo”.

La eucaristía como bien

“La eucaristía. Para un cristiano es el bien supremo. De ella vivimos y de ella salimos, para comunicar a nuestros hermanos que Cristo vive”, pronunció como si fuera el mismo Amigo, inició su alocución, diciendo a continuación: “Estoy seguro, no porque tenga autoridad alguna, el haber estado tanto tiempo a su lado, que este hubesa sido su mensaje hoy”.

“Bendícenos padre Amigo. Fray Carlos vive en Dios y nos bendice con la gracia y la paz. Desde el cielo solo tendría una palabra para ustedes: Paz y bien, hermano”, concluyó. Y toda la catedral aplaudió.

Junto a la intervención del hermano Pablo, el nuncio Bernardito Auza también leyó el mensaje de condolencias del Papa Francisco y, de la misma manera, se trasladó el pésame de los Reyes. Por último, se entonó el Cántico de las Criaturas de san Francisco de Asís, antes de que proceder a la sepultura de los restos mortales del cardenal Amigo en la capilla de san Pablo.

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