Argentina: comienza la causa de canonización del Padre Mario

  • El sacerdote es de los más conocidos en el país por su capacidad de diagnosticar y aliviar los sufrimientos físicos y psíquicos
  • La “Obra del Padre Mario” continúa creciendo en servicios para la comunidad de González Catán (GBA)

El cardenal Mario Poli, arzobispo de Buenos Aires y Primado de la Argentina, anunció la apertura de la etapa diocesana en la causa de Canonización del Siervo de Dios, Padre José Mario Pantaleo



El cardenal, a través de un decreto, nombró al tribunal que se ocupará de las actuaciones que darán comienzo formal a la causa de canonización. Esta etapa tiene como objetivo establecer si el Siervo de Dios vivió las virtudes cristianas en grado heroico y su fama de santidad.

Con respecto a esta causa, en septiembre del año pasado, la Congregación para las Causas de los Santos declaró que no encuentra obstáculos para dar apertura a la Causa de Canonización del Siervo de Dios, Pbro. José Mario Pantaleo.

La postulación fue realizada por el Rev. Padre Daniel Medina OAR , en representación de la Asociación Privada de Fieles Pbro. José Mario Pantaleo, conformada para tal fin. Dicha asociación recopiló más de 10 volúmenes de documentos y testimonios que ponen en evidencia la fama de santidad del Padre Mario y demuestran que ha llevado una vida ejemplar, dedicada a Dios y de ayuda a la comunidad.

El Padre Mario

Giuseppe Mario Pantaleo nació en Pistoia (Italia) el 1 de agosto de 1915. Si bien en 1924, su familia viaja a la Argentina, en 1931, regresa a Italia. En 1932, Mario ingresa en el seminario. Se ordena sacerdote en Matera. Oficia su primera misa el 8 de diciembre de 1944 en Pomarico.

El 29 de julio de 1948 regresa de manera definitiva a la Argentina. Las autoridades eclesiásticas le ofrecen distintos destinos en la provincia de Santa Fe (Casilda, Rosario, Acebal y Rufino). Diez años más tarde, pide su traslado a Buenos Aires. Allí se suceden diversos destinos: Capellanía del Hospital Ferroviario y del Hospital Santojanni, y la Parroquia del Pilar.

Comienza a ser conocida su capacidad para diagnosticar y aliviar el sufrimiento físico y psíquico de las personas. A fines de los años sesenta esta virtud lo vuelve muy popular. Recibía a todos, consolando, dando contención espiritual y en muchos casos llevando alivio a sus pesares.

A pesar de su salud cada vez más endeble, el Padre Mario siguió con la misión pastoral, el alivio de los males de las personas y la construcción de la Obra en González Catán. El 19 de agosto de 1992, el P. Mario fallece en la Clínica de la Trinidad. Sus restos descansan en su Obra de González Catán.

La Obra del Padre Mario

Compró un terreno en González Catán (Provincia de Buenos Aires), y comienza la construcción de una pequeña casa. Hacia fines de 1960, conoce a “Perla” Gallardo, que acude buscando alivio a un problema de salud. Al componerse contra todo pronóstico, decide junto a su familia, ayudarlo en la construcción de una iglesia y una obra social.

La piedra fundacional de la Capilla se coloca en 1972. El 13 de octubre de 1975 es entronizada la imagen del Cristo Caminante, que da su nombre a la Capilla. El 8 de diciembre de ese año, el Padre Mario oficia allí la primera misa.

Muchos amigos se sumaron a la voluntad inquebrantable del “padre fundador” y establecieron servicios sociales para los vecinos del barrio: jardín de Infantes, escuela primaria y secundaria, policonsultorio, la escuela laboral para personas con discapacidad, el centro de atención para adultos mayores y el polideportivo.

Aun, sin su presencia física, la Obra siguió creciendo sin pausa. Se incorporaron nuevos proyectos (formación en arte y oficios, formación universitaria, programa de vejez activa, educación no formal, entre otros). Miles de personas siguen acompañando el proyecto para cumplir con la misión soñada por el presbítero: “Promover el desarrollo humano en González Catán a través de un modelo de redistribución solidaria, gestión de excelencia y calidad en los servicios”.

El Padre Mario solía decir: “Yo soy la guitarra; el guitarrero está arriba, y es Él quien verdaderamente hace todo”.

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