Los alumnos que no elijan Religión sí tendrán clase de autoestima y colaboración

  • El Gobierno no liberará de horas lectivas a los estudiantes, aunque no haya asignatura espejo
  • Los colegios e institutos tendrán que programar actividades sobre “competencias transversales” para promover la reflexión, la autonomía y la responsabilidad

Colegio Divino Maestro. Adolescentes

Los colegios tendrán que adoptar “las medidas organizativas” correspondientes para que “los alumnos y las alumnas cuyos padres o tutores no hayan optado por que cursen enseñanzas de religión reciban la debida atención educativa”. Con esta fórmula, el Ministerio de Educación busca solventar el hecho de que se haya eliminado la posibilidad de una asignatura espejo frente a la materia confesional.



Y es que, en un primer momento se llegó a especular con la posibilidad de que la asignatura de Religión se ubicara al principio o al final del horario escolar, para permitir que el resto del alumnado pudiera incorporarse más tarde o salir antes del centro.

Finalmente, los colegios e institutos tanto en Primaria como en Secundaria tendrán que elaborar una programación paralela que permita desarrollar “competencias transversales a través de la realización de proyectos significativos para el alumnado y de la resolución colaborativa de problemas, reforzando la autoestima, la autonomía, la reflexión y la responsabilidad”.

Borrador del Real Decreto que desarrolla la Ley Celaá

Así lo recoge el borrador del Proyecto de Real Decreto que desarrolla la Ley Celaá y que recoge el portal digital de la revista ‘Religión y Escuela’. En el documento se matiza que “las actividades propuestas irán dirigidas a reforzar los aspectos más transversales del currículo, favoreciendo la interdisciplinariedad y la conexión entre los diferentes saberes”.

De la misma manera se deja claro que estas actividades “en ningún caso comportarán el aprendizaje de contenidos curriculares asociados al conocimiento del hecho religioso ni a cualquier área de la etapa”.

En el borrador se recuerda además la libertad de elección de padres y alumnos para optar o no por la asignatura de Religión, se reafirma que los contenidos responderán a los acuerdos Iglesia-Estado, y que la materia se evaluará “en los mismos términos y con los mismos efectos que la de las otras áreas”. También se insiste en que las calificaciones que se hubieran obtenido en la evaluación de las enseñanzas de religión no se computarán en las convocatorias en las que deban entrar en concurrencia los expedientes académicos”.

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