“La gran tradición cristiana en Europa no debe convertirse en una reliquia histórica, de lo contrario ya no lo es ‘tradición’. Porque la tradición está viva o no lo está. Y la catequesis es tradición viva, de corazón a corazón, de mente a mente, de vida en vida. Por eso, o el catequista es libre o no es catequista. O se deja impresionar por la realidad que encuentra y transmite el Evangelio con gran creatividad, o no es catequista”. Estas han sido las palabras que el papa Francisco ha dedicado hoy en el Vaticano a los participantes en el encuentro promovido por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización sobre ‘Catequesis y Catequistas para la Nueva Evangelización’.
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Recordando sus palabras del pasado lunes en la catedral de Bratislava, donde concluía su visita apostólica a Eslovaquia, el Papa ha señalado que “la evangelización nunca es una mera repetición del pasado”. De hecho, ha recordado que “los grandes santos evangelizadores, como Cirilo y Metodio, como Bonifacio, fueron creativos, con la creatividad del Espíritu Santo, y han abierto nuevos caminos, nuevos lenguajes, nuevos ‘alfabetos’, para transmitir el Evangelio, para la inculturación de la fe“. Asimismo, Francisco ha subrayado que, para lograr esto, es necesario “saber escuchar al pueblo, su cultura, su historia”, y no hacerlo “superficialmente, pensando en las respuestas empaquetadas que tenemos en el maletín, ¡no! Escuchemos de verdad y comparemos esas culturas, esos lenguajes, también y sobre todo lo tácito, lo inexpresado, con la Palabra de Dios, con Jesucristo Evangelio vivo”.
Por otro lado, Francisco ha apuntado que su reciente visita al Congreso Eucarístico Internacional, celebrado en Budapest en los últimos días, le permitió “comprobar cómo el gran compromiso de la catequesis puede ser eficaz en la obra de evangelización si mantiene la mirada fija en el misterio de la eucaristía“. “No podemos olvidar que el lugar privilegiado de la catequesis”, ha continuado Francisco, “es precisamente la celebración eucarística, donde los hermanos y hermanas se unen para descubrir cada vez más los diferentes caminos de la presencia de Dios en su vida”.
El ministerio del catequista
Hablando del nuevo Directorio de catequesis, el Papa ha recordado que esta “no es una comunicación abstracta de conocimientos teóricos para memorizar como si fueran fórmulas matemáticas o químicas”, sino, más bien, “la experiencia mysstagógica de quien aprende a encontrarse con sus hermanos en el lugar donde vive y trabaja, porque ellos mismos han encontrado a Cristo, quien los llamó a ser discípulos misioneros”. Por ello, ha animado a los presentes a insistir en señalar el corazón de la catequesis: “¡Jesucristo resucitado te ama y nunca te abandona!“.
“Para ello he instituido el ministerio de catequista”, ha explicado Francisco, “para que la comunidad cristiana sienta la necesidad de suscitar esta vocación y de experimentar el servicio de algunos hombres y mujeres que, viviendo la celebración eucarística, sienten más viva la pasión de transmitir la fe como evangelizadores“. “El catequista y la catequista son testigos que se ponen al servicio de la comunidad cristiana, para apoyar la profundización de la fe en lo concreto de la vida cotidiana”, ha aseverado.
