Teresa Portela: “Nunca nadie va a ganar sin antes haber perdido mucho”

Piragüista olímpica

A sus casi 39 años, la piragüista no solo sigue en la élite sino que afronta su sexta cita olímpica consecutiva, en Tokio, donde se convertirá en la española con más participaciones de la historia. Ha competido en 15 Mundiales, en los que ha ganado varias medallas, y otros tantos Campeonatos de Europa, en los que ha subido 17 veces al podio.



Con una ausencia de ego absoluta y una devoción por su familia, hablamos con la kayakista días antes de embarcarse hacia los Juegos Olímpicos, no sin antes haber aprobado las asignaturas en las que se matriculó en el Grado de Nutrición Humana y Dietética que cursa en la Universidad Católica de Murcia (UCAM).

PREGUNTA.- Empezó un verano, cuando tenía 9 años, ¿desde entonces no ha dejado de dar paladas?

RESPUESTA.- Efectivamente (se ríe). Empecé porque una amiga me dijo que la acompañara, pues estaba su hermana en el club, y que podíamos pasar un verano divertido. Era un plan estival, pero, como lo pasé tan bien con el grupo de amigos y con la piragua, ¡no me volví a bajar! Fue un amor a primera vista.

P.- Desde Sídney se ha convertido en la española con más participaciones ininterrumpidas. ¿Espera volverse con medalla?

R.- Nunca se sabe y nadie tiene la medalla asegurada. Desde luego, me encantaría vivir ese momento y subir al podio. Tengo medallas europeas, en Mundiales, en Juegos del Mediterráneo, y me falta la olímpica… pero no quiero que esa sea una obsesión, porque hay que entrenar duro cada día, y que ese trabajo se vea reflejado en la competición. Esa es mi aspiración. Tengo que darlo todo. Y si otros ganan, será porque lo han hecho mejor y hay que saber felicitarles.

P.- ¿Estos serán los últimos? ¿O se ve en París 2024?

R.- Me veo en Tokio y no pienso en nada más, pero tampoco descarto París… Porque ¡aún no me he puesto una fecha de retirada!

Resetear

P.- Si mira hacia atrás, tanto esfuerzo, tanto sacrificio, ¿qué es lo primero que se le pasa por la cabeza?

R.- Pues… satisfacción, felicidad de haberme dedicado a lo que más me gusta en la vida. Ha sido mucho esfuerzo pero, a la vez, me ha dado muchas satisfacciones. Hay muchos objetivos no cumplidos, pero el deporte moldea nuestras cabezas para aceptarlo. Caerte y levantarte para continuar debería ser una máxima de vida. Siento que estoy viviendo la mejor vida posible.

P.- Tras más de 20 años al máximo nivel competitivo, ¿cuál es el secreto para mantener la motivación?

R.- Querer ser mejor deportista y mejor persona cada día. Cada competición según llega, se va, pero te tienes que resetear, poner el contador a cero y continuar. Si sigo es porque puedo dar más, mejorar. Es una lucha conmigo misma, no contra nadie.

P.- ¿Cómo ha sido la preparación para los Juegos en este año de pandemia?

R.- Complicada. En un inicio, cuando nos confinaron, yo estaba en mis mejores tiempos y tenía que verificar mi plaza olímpica. Cuando me dicen que tengo que parar, a pesar de que en principio seguían los Juegos Olímpicos adelante, entrené de forma casera… pero cuando se aplazaron y me vi limitada, sin la piragua, con la tentación del sedentarismo… fue difícil.

¡Venga mamá!

P.- La compañía de su marido y su hija ha sido su motor anímico extra en las grandes citas, pero esta vez la pequeña no podrá ir, ¿cómo lo encaja?

R.- Todo es un equilibrio que debe ir unido. Ellos son fundamentales, mi sustento. Si me tuviera que dedicar a mi trabajo con tantos viajes y sin poder estar con ellos, mi carrera deportiva se habría cortado antes, porque no podría hacerlo. Continúo porque no tengo ninguna ausencia. Ese “¡venga mamá!” de mi hija, esta vez lo sustituiré con videollamadas.

Al menos, mi marido sí me puede acompañar porque es mi fisioterapeuta. Ella se nos puso triste porque estuvo en todos los viajes como parte del equipo, pero cada minuto libre hablaré con ella para que lo vibre. La pandemia me sirvió para disfrutar de mi familia. Le di la vuelta a la tortilla y disfruté de mi marido y de mi hija.

P.- ¿Dónde se ve al acabar la mañana del 3 de agosto –día de la final olímpica del K1 200–?

R.- Espero que con una sonrisa muy, muy grande.

Lea más:
Noticias relacionadas
Compartir