Bajo el lema #SumoMiCamino, las organizaciones del Sector Social de la Compañía de Jesús en España han reclamado una Europa de Hospitalidad y de defensa de los Derechos Humanos a través de la iniciativa Caminos de Hospitalidad, con la que conmemoran el Día Internacional de las Personas Refugiadas, el próximo 20 de junio. Los ponentes han denunciado las cinco brechas que sufren los migrantes en su recorrido hacia una vida digna y proponen adoptar una serie de políticas que den respuesta a la nueva realidad de este drama.
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Un drama que las cifras cuantifican, y que, posteriormente, hizo carne Sineyi Zambrano, una solicitante de asilo venezolana, ahora en España, con su testimonio. Según Pablo Funes, coordinador de Cooperación Internacional de la Fundación Entreculturas, 280.6 millones de personas (el 3,6 por ciento de la población mundial) reside en un país distinto al de nacimiento, “entre ellos, 79,5 millones (alrededor del 1% de los habitantes del planeta) son personas que se han visto forzadas a abandonar su país; la mayoría (el 73%) trasladándose a países vecinos al de origen”.
Brechas
Un viaje que no es fácil, y está lleno de peligros y sufrimientos. Un camino en el que Jaime Pons, coordinador del Área de Hospitalidad en el Servicio Jesuita a Migrantes, denuncia que “existen cinco brechas que urge cerrar”:
- El viaje: La dificultad de salir y llegar al destino sin poner en riesgo la vida
- Las fronteras: que impiden a las personas acceder a la seguridad, a los derechos, les deja en tierra de nadie. Las vallas, los CIE…
- Inclusión: la personas en situación irregular sobrevenida, excluidos, sin derechos. Se deja fuera a niños, a mujeres que han sufrido violencia, víctimas de la trata…
- Tejido comunitario: muy dañados por la pandemia, pero fundamentales para crear redes de protección.
- Convivencia
Nuevas políticas
Frente a ello, las organizaciones del Sector Social de la Compañía de Jesús en España (Red Mimbre, Servicio Jesuita a Migrantes, Alboan y Entreculturas), reclaman la adopción de una serie de políticas que se adapten a la nueva realidad de las migraciones.
“Los flujos migratorios ahora cambian según las oportunidades. Hemos visto estos últimos años que los puntos de destino han ido cambiando: Lampedusa, Canarias, Ceuta, Melilla… Debemos adaptarnos a estos cambios, porque ya no volverá a ser como antes. Hay que ser capaces de garantizar los derechos humanos a flujos migratorios móviles y a gestión de crisis como sucedió en Ceuta hace un mes, o en Canarias o Lampedusa en los últimos años”, analiza Pons.
Trabajo en ambas orillas
La solución pasa por “un trabajo en ambas orillas”. Algo que, como destacó Luis Arancibia, Delegado del Sector Social de la Compañia de Jesús, los jesuitas llevan años haciendo con varias de sus organizaciones. Así, Pons pidió trabajar en:
- Garantizar el derecho a NO migrar. Con planes de cooperación al desarrollo. Con una inversión de los países desarrollados del 0,5 por ciento en los países de origen.
- Garantizar el viaje sin poner en riesgo la vida.
- Promover la inclusión y la plena participación de los migrantes.
- Impulsar la cultura de la hospitalidad
“No nos conformamos”
Arancibia destacó que “ante esta realidad no nos conformamos, desde las obras del Sector Social de la Compañía de Jesús lanzamos esta propuesta en la que invitamos a la ciudadanía a ponerse en el lugar de las personas refugiadas y desplazadas, a movilizarse por los valores de la hospitalidad y la acogida digna a través de un Pacto por la Hospitalidad”.
En esta línea, los jesuitas han lanzado la iniciativa Caminos de Hospitalidad, inspirados en el legado del jesuita Frans Van der Lugt que vivió durante 50 años en Siria donde fue asesinado en 2014 y donde realizaba caminos de fraternidad con personas de diferentes orígenes y creencias religiosas.
#SumoMiCamino
“En homenaje a ello seguimos promoviendo caminos para simbolizar esa esencia de unidad de los pueblos más allá de ideologías, creencias religiosas, origen, género: la voluntad de la fraternidad, la convivencia armoniosa entre diferentes religiones y culturas, el rechazo a toda forma de violencia armada y a la desigualdad y la hostilidad”, ha explicado Raquel Martín, directora de Comunicación y Relaciones Institucionales de Entreculturas.
Hasta el 20 de junio mantienen abierta la campaña #SumoMiCamino, con la que invitan a todo aquel que quiera adherirse a grabar el vídeo de una caminata y subir un vídeo o una foto del camino con la etiqueta del lema de la campaña.
