El Celam se solidariza con la Iglesia y el pueblo colombiano: “La violencia no soluciona nada”

Han encomiado “los múltiples esfuerzos que realizan para garantizar la cultura del cuidado y del encuentro, el respeto a la vida y la garantía de corredores humanitarios”

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El Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) ha dirigido una misiva al episcopado colombiano para solidarizarse con “sus pastores por la crítica situación que atraviesa el país, en medio de múltiples expresiones de protesta ante la grave problemática social, política, económica y de salud que afecta al pueblo”.



“Los obispos de América Latina y el Caribe nos unimos a ustedes en este difícil momento, para rechazar los actos de violencia, venga de donde venga, pues “la violencia no soluciona nada; produce sufrimiento y muerte”, añadieron.

Derecho a la protesta pacífica

Desde el Celam reconocen el derecho a la protesta pacífica como “una alternativa válida para lograr respuestas a las necesidades y reclamos sociales”, pero es importante ponderar  “como ustedes la necesidad de detener la espiral de violencia y el círculo de muerte que se está impulsando”.

“También nos preocupa, como a ustedes, el impacto de la emergencia sanitaria por la pandemia del Covid-19, a lo que se suman los bloqueos en la movilidad, la inseguridad en las ciudades, el desabastecimiento de alimentos y los sensibles daños causados a la infraestructura y a los bienes públicos y privados”, han expresado.

Por tanto “hacemos nuestro el dolor del pueblo colombiano, que ha hecho tantos esfuerzos por alcanzar la reconciliación y la paz nacional. Cada violencia cometida contra un ser humano es una herida en la carne de la humanidad”.

Artesanos de paz y reconciliación

Además han instado a los obispos colombianos “en su propósito valiente de ser los artesanos de la paz, la esperanza y la reconciliación, abriendo canales para el diálogo social y la construcción de consensos que apunten al bien común”.

Han encomiado “los múltiples esfuerzos que realizan como pastores, caminando con el pueblo –junto con los sacerdotes, las religiosas y los religiosos, las laicas y los laicos del país– para garantizar la cultura del cuidado y del encuentro, el respeto a la vida y la garantía de corredores humanitarios”.

“Los encomendamos a Nuestra Señora de Chiquinquirá, patrona de Colombia, y estaremos unidos a ustedes en la jornada de oración que han convocado para el viernes 7 de mayo, pidiendo por la reconciliación del pueblo colombiano, la justicia y la solidaridad fraterna”, finalizaron.

Foto: Semana

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