Omella, tras el triunfo de Díaz Ayuso en Madrid: “Dialoguemos. La crispación nunca es la solución”

Después de la bronca campaña electoral, el presidente de los obispos lanza un encargo a los políticos: “Tendamos puentes, aprendamos a perdonar, rectifiquemos si es necesario”

Isabel Díaz Ayuso ha arrasado en las elecciones a la presidencia de la Comunidad de Madrid celebradas ayer, en la que la candidata del Partido Popular ha conseguido el 44,73% de los votos, con un récord de participación ya que el 76,25% de los electores acudieron a la llamada de las urnas.



Un resultado que llega tras una bronca campaña en la que, lejos de abordar las preocupaciones cotidianas de los ciudadanos, se ha contaminado de peligrosos golpes de efecto y polarización en los discursos de unos y de otros agitando las banderas lo mismo del fascismo que del comunismo.

No al resentimiento

De ahí que no resulte extraño que, apenas unas horas después de las elecciones, el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Juan José Omella, se dirigiera a los poderes públicos echando mano de cuatro verbos: dialogar, tender puentes, perdonar y rectificar.

A través de un tuit, el cardenal arzobispo de Barcelona recordaba que “la crispación nunca es la solución”. “Dialoguemos, tendamos puentes, aprendamos a perdonar, rectifiquemos si es necesario. Dios nos ayuda a transformar el resentimiento en amor”,  subrayaba Omella a través de las redes sociales.

Órdago con resultados

De esta manera, Díaz Ayuso revalida su cargo para los próximos dos años, después de convocar unos comicios de forma abrupta ante la sospecha de que sus socios de gobierno de Ciudadanos provocaran una moción de censura para acabar con su mandato. El órdago de la política madrileña se ha saldado con un crecimiento que va de los 37 escaños que obtuvo en 2019 a los 65 actuales.

Como segunda fuerza política se sitúa Más Madrid, con 24 diputados y la médico Mónica García como líder de esta formación de izquierdas, superando al PSOE y a su candidato Ángel Gabilondo, que obtiene el peor resultado de su historia y pasa de 37 a 24 escaños. La ultraderecha de Vox araña un sillón más –de 12 a 13– en la Asamblea de Madrid. Mientras Unidas Podemos pasa de 7 a 10 escaños, un resultado que no cumple las expectativas del que hasta hace unas semanas era el vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, que ha anunciado que deja la política. Fuera de la Asamblea se queda Ciudadanos, que se ha dejado por el camino 26 escaños y deja a la formación en una profunda crisis.

Con Vox al margen

Con una mayoría de 65 escaños, a cuatro de la mayoría absoluta, Díaz Ayuso tiene la suficiente holgura para gobernar en solitario, contando con la abstención bien de Vox o del PSOE. De esta manera, podrá evitar que en su Ejecutivo entre la formación de ultraderecha que en Madrid encabeza Rocío Monasterio.

Desde el Partido Popular ven esta victoria como un punto de inflexión en la política española. Y es que la presidenta madrileña se ha convertido durante la pandemia en el principal acicate del Gobierno central de coalición de Pedro Sánchez, tanto en materia ideológica –durante su discurso en la noche electoral, revalidó su apoyo a la escuela concertada frente a la Ley Celaá–, como en las medidas adoptadas para combatir la pandemia.

Frente al cierre que defendieron desde Moncloa y otras comunidades, lideradas también por el PP, la política madrileña apostó por mantener un equilibrio entre restricciones sanitarias y activación de la economía, manteniendo abiertos comercio, hostelería y teatros, bajo el argumento de que no había estudios que demostraran que en estos espacios el virus se contagiara más que en las reuniones en el interior de una vivienda.

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