El Papa en la audiencia general: “Jesús es quien nos ha abierto el Cielo”

El papa Francisco, en la audiencia general en la biblioteca del Palacio Apostólico

“Gracias a Jesucristo, la oración se abre de par en par a la Trinidad, al mar inmenso de Dios amor. Jesús es quien nos ha abierto el Cielo y nos ha proyectado en la relación con Dios. Nosotros realmente no sabíamos cómo se podía rezar: qué palabras, qué sentimientos y qué lenguajes fueran apropiados para Dios”. Así lo ha expresado el papa Francisco esta mañana durante la audiencia general que ha comenzado a las 09:15 en la Biblioteca del Palacio Apostólico.



En su catequesis, dedicada a la oración, ha recordado que “no todas las oraciones son iguales, y no todas son convenientes: la Biblia misma nos atestigua el mal resultado de muchas oraciones, que son rechazadas”. Y ha continuado: “Quizá Dios a veces no está contento con nuestras oraciones y nosotros ni siquiera nos damos cuenta. Dios mira las manos de quien reza: para purificarlas no hay que lavarlas, sino evitar acciones malvadas”. 

Asimismo, el Papa ha advertido que “nosotros nunca hubiéramos tenido la valentía de creer en un Dios que ama al hombre si no hubiéramos conocido a Jesús”.

Durante su alocución, ha señalado que “dialogar con Dios es una gracia: nosotros no somos dignos, no tenemos ningún derecho de acampar, ‘cojeamos’ con cada palabra y cada pensamiento… Pero Jesús es una puerta que se abre”.

“¿Por qué el hombre debería ser amado por Dios?”

En el ecuador de la catequesis, Francisco ha lanzado esta pregunta: “¿Por qué el hombre debería ser amado por Dios?”. Él mismo se ha respondido: “No hay razones evidentes, no hay proporción… Tanto es así que en gran parte de las mitologías no está contemplado el caso de un dios que se preocupe por las situaciones humanas; es más, estas son molestas y aburridas, completamente insignificantes. En todo caso, somos los humanos los que intentamos impresionar a la divinidad y resultar agradables a sus ojos. De aquí el deber de ‘religión’, con la procesión de sacrificios y devociones a ofrecer continuamente para congraciarse con un Dios mudo e indiferente”.

Jorge Mario Bergoglio ha insistido en que “Jesús nos cuenta con su vida en qué medida Dios es Padre”. Porque “nosotros imaginamos con dificultad y muy de lejos el amor del que la Santísima Trinidad está llena, y qué abismo de mutua benevolencia existe entre Padre, Hijo y Espíritu Santo”.

Y ha agregado: “Sobre todo, estaba lejos de nosotros creer que este amor divino se expandiría, alcanzando nuestra orilla humana: somos el fin de un amor que no tiene igual en la tierra. Es la gracia de nuestra fe. Realmente no podíamos esperar vocación más alta: la humanidad de Jesús ha hecho disponible para nosotros la vida misma de la Trinidad”.

“No podemos decepcionar a Irak por segunda vez”

Al terminar, Francisco ha pedido oraciones por su viaje a Irak. “Pasado mañana, si Dios quiere, voy a ir a Irak para una peregrinación de tres días. Hace tiempo que deseo encontrarme a esas personas que han sufrido tanto; y encontrarme con esa Iglesia mártir en la tierra de Abraham”, ha explicado.

Bergoglio ha señalado que, “junto con otros líderes religiosos, también daremos un paso más en la hermandad de los creyentes. Les pido que acompañen este camino apostólico con la oración, para que se desarrolle de la mejor manera posible y dé los frutos deseados”. Y ha añadido: “El pueblo iraquí nos espera; estaba esperando a san Juan Pablo II, a quien se le prohibió ir. No se puede decepcionar a un pueblo por segunda vez. Recemos para que este viaje se pueda hacer bien”.

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