Argentina: el escándalo de la vacunación a los no esenciales

La vacunación VIP estalló en el país y salpicó al mismo gobierno que no termina de transparentar la gestión de esta etapa preventiva

Con la llegada de las escasas dosis de vacunas, se estableció un orden de prioridades para el acceso a la vacunación: personal de salud y los mayores de 70 u 80 años, según los distritos.



Sin embargo, se supo que varios funcionarios, sindicalistas, periodistas, familiares y amigos habían accedido a la vacunación. Estos hechos pegaron de lleno en la gestión del Gobierno. El mismo Ministerio de Salud, en su misma sede, montó un centro de vacunación para los privilegiados.

Si bien el Presidente de la Nación, Alberto Fernández, solicitó la renuncia al entonces Ministro, Ginés González García, ahora justificó algunas inmunizaciones y frente a las denuncias al exministro, expresó: “Les pido a los fiscales y a los jueces que terminen con las payasadas”; “no hay una tipificación penal que diga ‘será castigado por adelantarse en la fila’”.

Vacuna, bien de todos

Frente a estos hechos, el Presidente de la CEA, Oscar Ojea, recordó que el Papa expresó, en varias oportunidades, que la vacuna debe tener un alcance universal y deben recibirla primero quienes tienen la responsabilidad de los cuidados esenciales.

“Ahora vivimos perplejos por la politización de la vacuna”, enfatizó. Y agregó: “Cuando nosotros estamos frente a la posibilidad de sostenernos en la vida, eso no se puede politizar. La vacuna es para bien de todos”.

Por su parte, Jorge Scheinig, Arzobispo de Mercedes-Luján, también se refirió al tema. “Necesitamos sentir que estamos en la misma barca, que estamos remando juntos…”. “No es tiempo para un mal ejercicio del poder”, señaló.

Aseguró que las vacunas no deben ser de un grupo, sino un bien de todos, bien administrado. E invitó a los fieles a mantener una participación ciudadana y social activa y a cuidarse como comunidad.

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