El papa Francisco: “Mirando a la Virgen de Guadalupe tenemos el reflejo de Dios en la abundancia, la bendición y el don”

El papa Francisco ha presidido hoy la celebración de la festividad de la Virgen de Guadalupe en el Vaticano. Durante su homilía, el Papa ha reflexionado sobre las tres palabras en las que se centra la liturgia de este día: abundancia, bendición y don. “Mirando a la virgen de Guadalupe tenemos, de alguna manera, el reflejo de estas tres realidades”, ha señalado.



“La abundancia que vemos en ella”, ha continuado Francisco, “es porque Dios siempre da en abundancia”. Y es que Dios “no conoce las dosis, se deja dosificar por su paciencia, porque somos nosotros los que, por nuestra naturaleza, conocemos la comodidad de las cuotas”. Sin embargo, “donde está Dios, hay abundancia”, porque se da “con generosidad, ya que no hay opción de darse de otro modo”.

“El encuentro de María con Isabel es una bendición”, ha señalado el Papa. “Dios, desde la primera página del Génesis nos acostumbró a este ‘decir bien'”, ha explicado. “Ahí mismo se escribe el ‘y vio que era bueno’, que estaba bien. Y Dios siempre se da bien y en abundancia”.

Transformar la vida en don

Esta abundancia y este “decir bien” son, como ha apuntado Francisco, un don. “Un don que es todo gracia, y que se nos da en la que está llena de gracia, en la bendita. A ella se le dice ‘bendita tú entre las mujeres’ y ‘llena de gracia'”. Por eso, mirando la imagen de la Virgen de Guadalupe, “llena de gracia esperando al bendito”, se puede entender “esto del don de Dios, que se nos presentó en su hijo y en María”.

Porque “el don de Dios se nos presentó como una bendición en el bendito por naturaleza por medio de la llena de gracia”. Y hoy, contemplando la imagen de la Virgen, el Papa ha animado a los fieles a rogar a Dios “un poco de este estilo que tiene: la generosidad, la abundancia. El bendecir en lugar de maldecir. El transformar nuestra vida en un don”.

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