La Iglesia está “muy polarizada”. Así lo entiende al menos el cardenal Jean-Claude Hollerich, arzobispo de Luxemburgo y presidente de la Comisión de Conferencias Episcopales de Europa, quien ha explicado en una entrevista recogida por Katholisch que “solo hay que mirar en internet para encontrar posiciones radicales”.
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Esto demuestra que, en algunos sentidos, “las posiciones de los obispos son totalmente contrarias: mientras unos están estrictamente a favor de algo, otras definitivamente en contra”. “Estamos experimentando un gran cambio en la civilización hacia una cultura digital que afectará todos los aspectos del ser humano”, continua Hollerich, subrayando que “la cultura greco-judía, en la que también se arraiga la fe cristiana, pierde intensidad cada día”.
Diálogo abierto
“Tenemos que hacer estallar las burbujas tradicionalistas, progresistas y liberales”, subraya, de tal manera que no se “ignoren los diferentes enfoques”, sino que se mantenga “un diálogo abierto”. “Eso significa”, asevera, “escucharnos unos a otros y ser Iglesia juntos”. “Para mí, esto incluye vivir el Evangelio en la vida cotidiana y expresarlo con palabras para la gente de hoy y de mañana”, afirma.
Y es que, para Hollerich, es importante “estar más cerca de la gente y expresar las grandes cuestiones de la fe con palabras sencillas”. “Realmente disfruto pasar tiempo con los jóvenes y notar los cambios en el lenguaje, el pensamiento y las necesidades”, asegura, “en la Iglesia católica a veces tendemos a glorificar el pasado en lugar de buscar a Dios en el presente”.
