Una familia de enfermeros entregará al papa Francisco este viernes una “caja de lágrimas”

El enfermero Raffaele Mautone –del Hospital Cardiocentro de Lugano– y sus tres hermanos, todos enfermeros trabajadores en Como y Nápoles, entregarán “la caja de lágrimas” al papa Francisco este viernes en una audiencia privada. Todos están “muy emocionados” de que el Pontífice les haya llamado para agradecerles la exigente tarea que han llevado a cabo, con coraje y dedicación, durante los difíciles y dolorosos meses de la emergencia sanitaria.



Convocados a mediodía el Palacio Apostólico, Mautone cuenta como uno de sus hermanos ya se ha puesto en camino haciendo a pie los 20 kilómetros de Viterbo. Al encuentro acudirán acompañados de toda su familia, un total de 13 personas, según ha confesado al diario La Regione. Narra como llevará al papa Francisco los sentimientos vividos en estos meses de días sombríos y de pasillos casi colapsados en el hospital.

Una caja llena de lágimas

Sentimientos que han ido expresando a lo largo de los meses a través de escritos, pensamientos, ideas sueltas y cartas de quienes se han enfrentado directamente al coronavirus: los que han caído enfermos, los que han sido operados en el frente del tratamiento, los que han experimentado la muerte de un familiar… “Por ejemplo, hay una carta de un paciente de Locarno que se considera el veterano del Covid, porque estuvo hospitalizado durante 146 días y quiso dejar una carta para decirme que, en el poco tiempo que nos conocimos, solo encontró alivio mirándome a los ojos”, relata.

También entregarán al Papa un uniforme que lleva un bordado especial porque 2020 es el Año Internacional de la Enfermería. “Si las letras representan lágrimas y el uniforme es un símbolo del sudor de todo el personal sanitario, también llevamos con nosotros la voluntad de vivir, el amor al prójimo”, explica. Mientras sucede este, pide no bajar la guardia ante una segunda ola de contagios.

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