Javier Sancho: “Santa Teresa saldría al encuentro del budismo”

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¿Tienen algo en común la mística teresiana y la espiritualidad budista? ¿Daría cabida en algunas de sus ‘moradas’ la santa andariega a la metodología zen? ¿Se asustaría la doctora de la Iglesia con el auge de la práctica budista en sociedades secularizadas como la española o saldría a su encuentro para ver de qué iba eso?



“Seguramente Teresa de Jesús nunca tuvo conocimiento del budismo, y por supuesto, nunca habla de ello. Pero muchos de los valores centrales y esenciales en la vivencia espiritual y mística de Teresa, nos hablan del Misterio que se revela y se hace presente en el corazón de cada hombre: su convicción de que en el centro del alma de todo ser humano habita Dios ya nos da la base para un diálogo y un acercamiento respetuoso al misterio vivido por cada ser humano, y que se ha ido desvelando y plasmando a lo largo de la historia y de las culturas”, esgrime Javier Sancho.

El carmelita descalzo, director y profesor del Centro Internacional Teresiano-Sanjuanista, Universidad de la Mística, sigue trabajando –ajeno al coronavirus– en la organización del II Encuentro Mundial de Mística Teresiana y Diálogo Interreligioso: budismo chan/zen y espiritualidad carmelitana que, bajo el lema Sobre el amor y la compasión, se celebrará del 22 al 26 de julio en Ávila, organizado por esa institución académica, junto con el Centro de Estudios Budistas de la Universidad de Hong Kong.

Crear vínculos de comunión

“Nuestro objetivo –añade– es conocernos mejor y crear vínculos de comunión profunda, además de ahondar en la dimensión espiritual, más vivencial y menos teórica, de lo que implica y significa la religión y sus expresiones diversas”, en este caso, del budismo chan/zen y de la mística cristiana reflejada en la mística teresiano-sanjuanista. Y esa dimensión más práctica supone “aprender a descubrir lo que nos podemos aportar, pero también conocer, respetar y valorar las diferencias y aspectos propios de cada tradición”, subraya, sabedor de que en la cuestión interreligiosa aún genera recelos entre los católicos.

Pero Sancho está convencido de que Teresa de Jesús no se escandalizaría por ello ni temería el auge actual del budismo en sociedades secularizadas donde desciende la práctica católica. “Ella seguramente saldría a su encuentro, porque su gran afán era ayudar a los hombres a descubrir la presencia de Dios y actuar en consecuencia. Se escandalizaría, quizás, de que a pesar de que tenemos un tradición cristiana tan rica de meditación, oración… se desconociese y despreciase. Pero ya se escandalizaba en su tiempo de ver que había tantos cristianos, pero que eran muy pocos los que verdaderamente eran amigos de Dios, es decir, cristianos auténticos abiertos a una relación personal con Cristo”, asegura.

Respeto de la jerarquía

También hoy el clima en una Iglesia en la que el papa Francisco ha apostado fuerte a favor del diálogo interreligioso, ayuda a estos espacios de encuentro y atenúa el recelo episcopal. “Hace unos años, no muchos, había una clara desconfianza y hasta oposición. En los últimos años vemos un cambio muy positivo de respeto, e incluso de potenciar estos actos, siempre que se hagan sin caer en la tentación del sincretismo. Cierto que hay excepciones y mentalidades, pero en nuestro contexto nos hemos sentido últimamente apoyados por la jerarquía”.

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