El obispo de Getafe ante el nuevo Gobierno: “En mi caso, no hay miedo”

  • En su carta semanal Ginés García Beltrán insta a la Iglesia a estar “en actitud de honesto diálogo con los poderes públicos, y siempre tendrá la mano tendida a la colaboración”
  • El también presidente de la Fundación Pablo VI reivindica la Doctrina Social como eje, consciente del contexto de “preocupación expectante”

El obispo de Getafe ante el nuevo Gobierno: “En mi caso, no hay miedo”

El obispo de Getafe, Ginés García Beltrán, se suma a la llamada realizada por el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, y el secretario general, Luis Argüello, para promover una colaboración leal, generosa y crítica con el nuevo Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos. Y lo hace a través de su artículo-carta semanal bajo el título “Los católicos ante una nueva etapa política”.

“Para vivir su vocación, la Iglesia siempre estará en actitud de honesto diálogo con los poderes públicos, y siempre tendrá la mano tendida a la colaboración en lo que respecta al bien y al desarrollo del hombre y de la sociedad, como tendrá una palabra de denuncia cuando los gobiernos no respeten este bien”, expresa el también presidente de la Fundación Pablo VI y de la Comisión de Medios de Comunicación de la Conferencia Episcopal Española.



Es más, el prelado getafense parafrasea algunas reflexiones de la Conferencia Episcopal para subrayar que “no tenemos miedo a esta convivencia en libertad” y reivindicar que “el Estado y la sociedad están obligados a respetar y garantizar la libertad de todos”.

La pregunta de los católicos

Consciente de la inquietud surgida en las últimas semanas al conocerse medidas tales como una nueva ley de eutanasia, la revisión de las inmatriculaciones o la reducción de la asignatura de religión a asignatura voluntaria, García Beltrán expresa cómo “son muchos los católicos que se preguntan, y nos preguntan a los pastores de la Iglesia, sobre el futuro de la fe y de la Iglesia en la nueva situación política marcada por un nuevo gobierno en España”.

“Quieren saber qué puede ocurrir, y si vamos a encontrar dificultades para vivir la fe”, apostilla, para a renglón seguido hacerse eco de una pregunta que está recibiendo con cierta frecuencia: “¿Están los obispos preocupados ante este nuevo gobierno?”.

Laicismo excluyente

Como respuesta, García Beltrán explica que  “si se entiende por preocupación la actitud ante lo desconocido, o ante el cumplimiento de los planes de la izquierda, repetidos en todas la campañas y propuestas de gobierno sobre un laicismo excluyente, o frente a la libertad religiosa, que no es sólo profesar mi fe, sino vivir según esta, la concepción del hombre y de la vida contrarios al derecho natural, o la defensa real de los más pobres, sin olvidar el papel de las iglesias y religiones en una sociedad democrática, podemos decir que hay preocupación expectante”.

Eso sí, en su carta, matiza a continuación que “si hablamos de preocupación como miedo a la insignificancia o a la invisibilidad, al rechazo o al menosprecio, en mi caso, francamente, no”. Para García Beltrán, “la Iglesia es del Señor, y la barca será débil y pobre, pero en la tempestad se hace fuerte porque la vela que la impulsa es la fuerza del Resucitado”.

La Doctrina Social como eje

En este contexto sociopolítico -o “encrucijada”, como suele referirse el cardenal Blázquez-, el obispo de la diócesis del sur de Madrid plantea cómo “ahora más que nunca hemos de anunciar a Jesucristo y proponer su Evangelio”. En este sentido, marca la línea de trabajo que ha de seguirse: “la Doctrina Social de la Iglesia ilumina la imagen del hombre y su vida en sociedad”.  “Creemos también en el bien común que mira y defiende a cada hombre y la vida en común, especialmente a los más pobres”, subraya.

De forma implícita se posiciona ante la regulación del suicidio asistido y a la ideología de género al señalar que “creemos que el hombre es criatura de Dios, de ahí que no esté en nuestras manos disponer de la vida, ni poner en peligro o menospreciar la dignidad del hombre, construyendo una imagen de la humanidad a nuestra medida o a la medida de una ideología”.

No perder la confianza

Con estas premisas, García Beltrán llama a los católicos a ser “hombres y mujeres de esperanza, instrumentos de esta virtud”. “Aunque tengamos motivos para desesperar, no perdamos la confianza, seamos presencia esperanzadora en medio de la sociedad”, apunta.

El obispo concluye su escrito con una llamada a la oración en tono y estilo diferente al “salve” planteado hace unos días por el arzobispo de Oviedo Jesús Sanz: “No olvidemos rezar por España, y por los que nos gobiernan, para que a todos llegue el amor de Dios que cambia los corazones y los hace a imagen del suyo”,

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