¿Visitará el papa Francisco el santuario de Loyola en 2021?

  • Los jesuitas conmemorarán los 500 años de la conversión de san Ignacio y el medio siglo del Camino Ignaciano
  • Eclesiásticos vascos “albergan la esperanza” de una visita que “daría un gran empujón a la convivencia”, señala Pedro Ontoso en el libro ‘Con la Biblia y la Parabellum’

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“¿Vendrá el papa Francisco a Euskadi para alentar la reconciliación?”. Es la pregunta que se hace el periodista Pedro Ontoso al final de su libro Con la Biblia y la Parabellum. Cuando la Iglesia vasca ponía una vela a Dios y otra al diablo (Península), en base a informaciones que ha recogido en ambientes eclesiásticos que “albergan la esperanza de que Bergoglio pueda visitar el País Vasco en 2021”.

Los jesuitas –prosigue el autor– han marcado en rojo esa fecha en el calendario porque se conmemoran los quinientos años de la conversión de Ignacio de Loyola tras caer gravemente herido en la batalla de Pamplona”, además de cumplirse los cincuenta años de la puesta en marcha del Camino Ignaciano, en recuerdo de los 650 kilómetros que el fundador de la Compañía de Jesús recorrió entre Loyola y Manresa.

A Ontoso, durante años subdirector del diario El Correo Español-El Pueblo Vasco, esta coincidencia le parece “una buena oportunidad para que la Iglesia vasca reflexione sobre lo que ha pasado y sobre el comportamiento que ha tenido frente al terrorismo de ETA”.

Una visita para cicatrizar heridas

El periodista subraya en el libro que “los jesuitas se preparan para celebrar esa efeméride, una fecha muy redonda para que un papa jesuita –el primero– peregrine a la cuna de San Ignacio” y destaca que ahora “la situación sería completamente distinta” a la que se encontró Juan Pablo II cuando visitó el santuario de Loyola hace 37 años, en su primer viaje a España, “en pleno azote de la violencia terrorista de ETA”.

“Una vez disuelta la organización, la sociedad vasca recibiría al Pontífice en pleno proceso de cicatrización de heridas. El Papa daría un gran empujón a la convivencia. La festividad de San Ignacio [31 de julio] ha sido una fecha totémica en Euskadi y ha estado en su devenir sociopolítico, tamizado por la violencia y la religión”, apunta Ontoso.

La posibilidad de este viaje de Francisco a Loyola en julio de 2021 –con la que, efectivamente, algunos cuentan– la encuadra el autor como la mejor manera de “sacralizar el fin de ciclo” de la violencia etarra y cerrar una dura etapa a la que Ontoso pasa revista con un estilo periodístico.

“Este libro explora con gran amplitud el papel que la Iglesia y miembros cualificados de ella jugaron durante estos años conflictivos de la vida vasca”, señala en el prólogo Rafael Aguirre Monasterio, catedrático emérito de Teología en la Universidad de Deusto, que añade que “Pedro Ontoso ha encarado esta problemática, tan compleja y conflictiva, y ha salido más que airosa de ella”.

Dos etarras en el despacho del cardenal Martini

De esta manera, por las páginas del libro desfilan los acontecimientos que han marcado el último medio siglo de la política, la sociedad y la Iglesia vasca, brutalmente condicionado por el terrorismo de ETA, unos hechos que son conocidos y otros que aporta el autor en esta obra.

Así, desde el papel del clero vasco en la génesis de ETA –la primera asamblea la celebró en un monasterio benedictino–, la equidistancia de la Iglesia vasca, su papel mediador luego con el obispo Uriarte, las informaciones sobre un atentado etarra contra Wojtyla en Loyola, el enfrentamiento de Setién con Rouco, la intervención vaticana, la mediación de Sant’Egido o la larga mañana que el cardenal Martini compartió con dos etarras en su despacho del arzobispado de Milán, entre otras cuestiones, arrojan luz sobre unas páginas demasiado oscuras de la reciente historia eclesial vasca.

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