El Papa a los futbolistas: “De nada vale golpear bien la pelota si no eres capaz de dialogar con el árbitro”

  • Francisco ha recibido en audiencia a la liga amateur italiana
  • “El deporte es un entrenamiento formidable, ya que requiere aceptación de las derrotas, espíritu de equipo y disposición para colaborar”

PAPA FUTBOL

“Hay muchas cualidades que deben estar presentes en un buen jugador, porque valdría de poco saber cómo golpear bien la pelota o sobrepasar a los oponentes si no se puede dialogar con calma con el árbitro”. Estas han sido las palabras que ha dirigido el papa Francisco a los futbolistas de la Lega Nazionale Dilettanti – la liga que organiza el futbol amateur en Italia -, durante una audiencia concedida hoy, 15 de abril, con motivo del 60 aniversario de la misma.

“El deporte, al que dedicáis tanto tiempo y energía, es un entrenamiento formidable en este viaje de la vida, ya que requiere no solo habilidad técnica, sino también entrenamiento y determinación, gran paciencia y aceptación de las derrotas, espíritu de equipo y disposición para colaborar con los demás”, ha afirmado el Papa, además de la capacidad “de ser alegre y positivo”.

De la misma manera, Francisco ha señalado que, conscientes de esto, la liga nacional amateur “promueve la lealtad deportiva y el respeto por las reglas como valores de referencia, el juego limpio y correcto, vivido con intensidad, pero con gran respeto por el oponente y de cada persona delante de ti”.

“El cambio que esperamos”

Por otra parte, ha recordado que los aficionados siempre deben tener presente, “incluso si un día se convierten en profesionales”, que “esa alegría es el alma del juego”. “Si esa alegría se ve abrumada por el deseo de éxito o el desprecio de los adversarios, significa que ha dejado de jugar y ha abandonado el sano espíritu competitivo, que es el espíritu más auténtico de toda confrontación deportiva”, ha subrayado Francisco. Ante esto, ha llamado a los presentes a mantener “la alegría de jugar” y difundirla “entre los que observan y animan”, ya que el “estilo con el que cada cual se enfrenta al deporte es un modelo para los compañeros, y puede influir en su forma de actuar”.

“Intentad introducir en el tejido social, a través de las muchas relaciones que experimenta en el ámbito de la actividad deportiva, un espíritu de solidaridad y atención a las personas”, ha dicho el Papa, lo que significa “llegar a quienes han caído o han sufrido una falta”, pero también comprender que el campeonato “no comienza si estás solo”, y que, de la misma manera, en la sociedad solo podemos salvarnos juntos, pero nos perdemos si dejamos que los que son más débiles permanezcan en los márgenes y se sientan como una brecha”.

Esta mentalidad de apoyo a la que ha animado Francisco “contribuirá a la revolución en el cambio cultural que esperamos, y que se procura lograr cuando promueve la sostenibilidad ambiental, o cuando se fomenta la creación de campamentos sin barreras, luchando por superar todas las fronteras que injustamente dividen a las personas”, promoviendo “la participación y la apreciación de todos, de acuerdo con un espíritu de equipo que es la verdadera esperanza de la humanidad”.

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