Mardía Herrero: “Entre cristianismo e islam las diferencias son mínimas”

  • La autora de ‘Cómo Santa Teresa me acompañó al sufismo’ habla con Vida Nueva sobre la unión entre religiones bajo una única divinidad
  • “El profeta Muhammad tiene un mensaje realmente revolucionario en relación a la mujer”
  • Pablo d’Ors admira en el prólogo “la verdad que late en las palabras” que la escritora “pone una tras otra como si tal cosa”

Mardia Herrero

“Del sufismo se suele decir que es el camino del corazón, lo que quiere decir que uno tiene que trabajar para que su corazón se vuelva espejo de lo divino”. Con estas palabras define a Vida Nueva lo que es esta rama mística del islam Mardía Herrero, autora de ‘Cómo Santa Teresa me acompañó al sufismo” (Fragmenta).

El libro se presentará el próximo 8 de febrero en Madrid, y en el acto estarán presentes Pablo d’Ors, doctor en Filosofía y Teología y autor del prólogo, y Rafa Millán, marido de la autora y con el que comparte un canal de Youtube, ‘Psicología y espiritualidad’.

Así, en medida que el corazón se va purificando se vuelve “reflejo nítido de la divinidad”. O, como explica Mardía las palabras del profeta Muhammad, cuando el corazón se ha purificado lo suficiente, “Dios camina con los pies del creyente, oye con sus orejas y habla por su boca”.

Santa Teresa como “espejo”

Herrero conoce la figura de Santa Teresa “desde siempre”. “Mis abuelos y mis tíos vivían en Ávila, así que todas las Navidades las pasábamos allí”. De esta manera, Santa Teresa ha formado parte de su vida “desde lo más cotidiano” hasta hacerse presente en su “interés intelectual”.

La relación con el sufismo sería “desde lo más superficial”, encontrando imágenes en el sufismo similares a las que utiliza Santa Teresa, “hasta lo más interno, que tendría que ver con aquello que va más allá de la forma”.

Pero, además, Herrero señala que la santa de Ávila le ha servido “como plantilla o espejo” para mirar su propia vida. “Santa Teresa escribe desde lo particular pero se vuelve universal y así, en medida que ella es sincera, yo me encuentro conmigo misma”.

Mujeres empoderadas

“Como cualquier mujer del islam, Santa Teresa encontró muchos problemas dentro de la Iglesia para que se reconociesen sus visiones, testimonios y experiencias místicas, no solo por este motivo, pero sí, en parte, por ser mujer”, asevera. Sin embargo, “finalmente se la reconoció como doctora de la Iglesia”.

Para Mardía, muchas de las cuestiones dentro del islam que atañen a las mujeres “están más relacionadas con lo cultural que lo religioso”, de hecho, en el norte de Chipre, donde ella encontró el islam, “las mujeres estaban mucho más empoderadas en términos feministas de lo que he podido ver en occidente”.

“Hay mucho prejuicio”, subraya, “de hecho, el profeta Muhammad tiene un mensaje realmente revolucionario en relación a la mujer”. Y es que el Corán “habla en muchas ocasiones en masculino y femenino”. Por eso, “lo más importante es plantearse si siguiendo este camino me puedo realizar como mujer o no, la clave es entregarse a lo divino siendo hombre o mujer”.

Cristianismo e islam, unidos

En unos momentos en los que el diálogo interreligioso está a la orden del día, sobre todo entre cristianismo e islam, Mardía elimina las fronteras entre ambas religiones. “No me gusta mucho el término diálogo porque se refiere a dos”, dice.

“Monologo suena mal, pero sí que es cierto que la divinidad no dialoga sino que monologa, y en medida que nosotros nos situamos en la unidad, en el uno, vemos que no hay prácticamente diferencias”.

De hecho, el islam no solo bebe de la misma tradición que el cristianismo, “sino que reconoce lo mismo que el cristianismo: al profeta Abraham, al profeta Moisés, la historia de Adán y Eva para la creación, la Virgen María, Jesús…”. Por eso, apunta a que las diferencias entre estas religiones “son realmente mínimas, lo único que hace el islam es añadir al profeta Muhammad”.

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