“¡Estoy con ustedes!” es el mensaje del papa León XIV en el V Encuentro Mundial de los Movimientos Populares. Un apoyo inequívoco a las estrategias y herramientos de noviolencia activa que los movimientos populares están desarrollando en diferentes partes del mundo para producir un cambio social desde una cultura de violencia, militarización y descarte a una cultura del encuentro. Los movimientos populares son hoy una teología relacional viva de noviolencia encarnada en el mundo.
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El pasado mayo en la Arena de la Paz de Verona, el papa León XIV ya se lo había dicho: “La noviolencia como método y como estilo debe caracterizar nuestras decisiones, nuestras relaciones, nuestras acciones”. El mensaje ahora en el V Encuentro Mundial es un paso más. Supone no solo una continuación de un proceso iniciado con el papa Francisco sino un apoyo a la estrategia organizativa de los Movimientos Populares y sus estrategias de denuncia y acción profética. La declaración final del V Encuentro de Movimientos Populares es un reconocimiento también al apoyo del Papa León XIV: “Agradecemos profundamente las palabras del papa León XIV: ‘¡Estoy con ustedes!’, un apoyo de enorme valor para caminar juntos, Iglesia universal y local, en las estrategias de noviolencia activa que desarrollamos como denuncia y acción profética contra la exclusión y la inhumanidad”.
Y es en este reconocimiento mutuo, como díría la teóloga Emilce Cuda, secretaria de la Comisión Pontifica para América Latina y participante en el encuentro, donde se fragua una relación fraterna de amor entre los Movimientos Populares y la Iglesia, universal y local a través del papa Francisco y ahora del papa León XIV. Las palabras de reconocimiento mutuo son la expresión de esta cultura del encuentro encarnada, teología viva y vivida. Es la constatación de una ética relacional de reconocimiento mutuo, de acompañamiento, de caminar juntos en sinodalidad que hace a los movimientos populares y su acción en el mundo protagonistas, sujetos históricos reconocidos y acompañados por la Iglesia.
León XIV recibe en audiencia a los movimientos populares
Emilce Cuda, lo señaló explícitamente en el encuentro: “Poner en valor la palabra que viene de las periferias”. Eso es lo que ha hecho el papa Léon XIV. Reconocer la palabra y el testimonio de acción de los movimimientos populares del mundo. El acompañamiento del pontífice es un gesto que se encarna en la acogida a los movimientos populares en la audiencia junto a ellos.
No violencia activa
Ahora la pregunta que debemos hacernos ante ese “¡estoy con ustedes!” es precisamente la de preguntarnos dónde están los movimientos populares en el mundo, dónde se encarna su testimonio de acción y su palabra. Y la respuesta es contundente: los movimientos populares están salvando vidas humanas en el mediterráneo, protegiendo migrantes frente al ICE en EEUU, en los boicots frente a la injusticia, en las sentadas y los piquetes, en las manifestaciones y protestas de los trabajadores de la economía informal, en las ocupaciones de tierra y de techo de los excluidos, en las campañas frente al desarme, la guerra y el genocidio, en las vigilias y las oraciones que reclaman paz y justicia, en las luchas frente al extractivismo minero y la protección de la Creación, en las denuncias ante los tribunales nacionales e internacionales, en las negociaciones colectivas por los derechos de los trabajadores, en el diálogo social, en la construcción de modelos agrícolas alternativos, en la construcción de cooperativas energéticas, en las campañas de incidencia política, en la defensa de acceso a medicamentos, en la construcción de puentes frente a la polarización, en la Global Sumud Flotilla…en todas esas estrategias que denominamos noviolencia activa, resistencia civil “desarmada y desarmante”, esperanza organizada. Los movimientos popualares están donde se “pone el cuerpo” para encarnar el mensaje del Evangelio.
Clausura del V Encuentro Mundial de los Movimientos Populares
“¡Estoy con ustedes!” significa precisamente eso: estoy con ustedes en todas y cada una de esas acciones en las que ponen el cuerpo frente a la exclusión y la inhumanidad. Lo señaló el Santo Padre y lo hizo dos veces para quienes no quisieran escuchar en el Aula Pablo VI del Vaticano: “Quiero que me oigan, que me escuchen decir: ‘¡También yo!’ ‘¡Estoy con ustedes!’”. Y ese mensaje no es un mensaje político, es un mensaje profundo desde el Evangelio de Jesús. “¡Estoy con ustedes!” es una llamada a la organización de la esperanza a través de la participación directa de los cuerpos en la arena pública. No es un mensaje político, es un mensaje profético, un apostolado de noviolencia para cambiar el mundo. Es una llamada a la creación de una red mundial de comunidades organizadas noviolentas que encarnen la esperanza de un mundo hambriento de justicia y paz. Y es una llamada a hacerlo con la capacidad suficiente como para producir cambios reales y sentarse en las mesas de negociación donde se toman las decisiones.
“¡Estoy con ustedes!”es la expresión concreta y sencilla de una teología encarnada, viva que nos apela a todas y todos a poner el cuerpo para encarnar el mensaje de Jesús en el mundo.