A menudo, las inversiones éticas en las organizaciones de fe están asociadas excluir de las inversiones temas que tienen que ver con el trabajo infantil o la trata de personas, empresas que contribuyen a la guerra o de armamentos, que atentan contra la salud y otros criterios similares. Desde hace un tiempo, muchos sectores de la Iglesia están abriendo la reflexión a profundizar en sus parámetros de inversiones éticas y abordar la urgencia de establecer criterios socioambientales en sus inversiones, por ello, existen propuestas relacionadas a la desinversión en combustibles fósiles y minería.
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“En nuestros territorios el mercurio que tenemos sobre nuestro cuerpo, sobre nuestras vidas en nuestra alimentación, es terrible. Niños entre 8 y 10 años tienen entre 5 y 10 partículas de mercurio en su cuerpo, eso no es justo”, denuncia la activista Francia Márquez. La comunidad afro en Colombia lamenta la continuación que la esclavitud económica “fomenta ese modelo económico y de desarrollo y hoy lo siguen haciendo, expropiando nuestra dignidad, explotando nuestra condición humana a favor de ese extractivismo que se sigue implementando”.
Las voces de las víctimas del modelo económico presente en la sociedad, nos interpelan fuertemente, para que, dentro de la Iglesia, la postura por la defensa de la vida esté en primera línea por la defensa de tantas familias por causa del extractivismo. El modelo extractivista capitalista está muy ligado a la acaparación del capital, la injusticia en la distribución de los recursos que se generan, a la violación de derechos humanos y a la devastación de la tierra. Y ello también debe marcar los parámetros de ética en las inversiones.
Economía al servicio de la misión y del carisma
Así como el mandamiento de “no matar” pone un límite claro para asegurar el valor de la vida humana, hoy tenemos que decir “no a una economía de la exclusión y la inequidad“. Esa economía mata. (EG 53). Evangelii Gaudium (en español, ‘La alegría del Evangelio’) es la primera exhortación apostólica escrita por el papa Francisco publicada en 2013. Al presentar los desafíos del mundo actual, enfrentado a una crisis de compromiso comunitario, el Obispo de Roma insta a que la economía y las finanzas vuelvan a una ética que favorezca el ser (EG 58).
La economía desde la perspectiva indicada por Francisco indica el arte de lograr una adecuada administración de la casa común (cf. EG 206). La ‘Laudato si’ ha provocado un debate que está invitando a pensar en acciones concretas de transformación desde todos los ámbitos de las acciones pastorales.
Hace pocos días el Consejo de Ética de Steyler Ethic Bank, perteneciente a la congregación del Verbo Divino, se reunió para reflexionar sobre su portafolio de inversiones. La conclusión fue muy esperanzadora. El hermano Carlos Ferrada, miembro de Comission Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC) de la congregación Verbo Divino y del Concejo de Ética del Stlyer Ethic Bank, relata la experiencia de la congregación, que está tomando posturas alentadoras sobre los asuntos económicos desde una mirada ecológica: “Todo lo que está aconteciendo, el cambio climático, los desastres naturales, las sequias, las lluvias extremas, claramente nos llaman a la reflexión y nos hace preguntarnos, qué podemos hacer como sociedad humana para revertir el camino a esta destrucción, no podemos quedarnos indiferentes a la situación que estamos atravesando como planeta, como humanidad”.
Esto vuelve las reflexiones concretas, porque todos lo estamos viendo y sintiendo, afirma el Hno. Carlos. En su última reunión el Stlyer Ethic Bank, ha decidido no incluir a una empresa minera como beneficiara de sus inversiones: “Me opuse a que esta empresa minera entraran en nuestro portafolio: una subsidiaria de Angloamerican, Angloamerica Platinum, con una mina en Sudáfrica” .
Entre los argumentos presentados aportó mucho los estudios que existen sobre las empresas mineras y sus impactos en las comunidades, en lo referente a Derechos Humanos y contaminación, realizados por Facing Finance (Alemania) sobre las finanzas sucias.
Estas reflexiones también suscitan tensiones, porque hay una tendencia que nos dice que la minería “es lo que sustenta el desarrollo en las sociedades contemporáneas, y hay muchos elementos que les dan la razón en estos argumentos, pero los problemas de producción y de consumo no sustentables es lo que genera que estas inversiones no sean coherentes con los valores evangélicos que promovemos.”
No es fácil entrar en esta materia que tiene que ver directamente con la sostenibilidad de las congregaciones y que necesitamos construir procesos y alternativas capaces de lidiar en medios de estas tensiones. “Nuestra congregación quiere contribuir a hacer un cambio, y por esto estamos fuertemente comprometidos con Laudato Si Action Plan, promovido por el Dicasterio de Desarrollo Humano Integral, para que, en nuestras parroquias, comunidades se lleven adelante acciones concretas, y el tema de las inversiones es algo muy concreto” afirma Carlos Ferrada.
“Donde están colocadas nuestras inversiones? Nuestro dinero, se vuelve una amenaza o provoca sufrimiento para otros?”. La cuestión propuesta por el hermano Verbita recuerda directamente el Sínodo para la Amazonia, que tuvo lugar en Roma en octubre de 2019. En el documento final del encuentro de laicos, religiosos y obispos con papa Francisco, señaló la necesidad de que la Iglesia apoye las campañas de e desinversión de compañías extractivas relacionadas al daño socio-ecológico. “Comenzando por las propias instituciones eclesiales y también en alianza con otras”, invita o documento final del Sinodo. “Cómo gastamos nuestro dinero, cómo lo invertimos, en qué tipo de empresas, así, podemos distinguir entre hipocresía y coherencia”, concluye el hermano.
La acción de no invertir en empresas extractivas confirma el compromiso de la Familia de San Arnaldo Janssen con la Campaña de Desinversión en Minería. La iniciativa animada por la red Iglesias y Minería e aproximadamente otros 20 organizaciones llama a respetar los principio de sostenibilidad propuesto por la Doctrina social de la Iglesia que considera la responsabilidad del equilibrio social en una sociedad globalizada, la viabilidad ecológica de nuestra Tierra, así como el rendimiento económico, actúan en conjunto.
Campaña de Desinversión en Minería: una acción Laudato Si
Laudato Si, segunda encíclica del papa Francisco, ha provocado un debate que invita a pensar en acciones concretas de transformación desde todos los ámbitos de las acciones pastorales. El documento papal denuncia que la “especulación financiera, cuyo objetivo fundamental es el lucro fácil, sigue haciendo daño”. (LS 168) En este sentido, invita a una economía integrada en un proyecto político, social, cultural y popular orientado al bien común puede “eliminar las causas estructurales de las disfunciones de la economía mundial y corregir los modelos de crecimiento que parecen incapaces de garantizar el respeto del medio ambiente” (LS 06).
La Campaña de Desinversión en Minería partir de los diálogos con las organizaciones que integran la iniciativa, desea ser un espacio de intercambio acerca del tema Inversión Socialmente Responsable y las alternativas de desarollo. La desinversión es una expresión de resistencia creativa de la sociedad civil, es una herramienta de cambio frente a la injusticia que impregna muchas realidades. En este sentido, la campaña es guiada por el deseo de hacer que la llamada a la desinversión en la minería forme parte de un esfuerzo colectivo que proponga la coherencia ética en la defensa de la vida, las comunidades y la Casa Común.
