Tribuna

Está y… es proclamación

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“Tus palabras son fresco manantial; sintiendo tu voz, aprendí a cantar; cuando llegue el alba, viviré, viviré” (Pintos, Abel & Pastorutti, Soledad – Cuando llegue el alba, 2018)

Escuchando esta canción de un conocido autor en Argentina (Cafrune) e interpretado por dos cantantes de este país (Soledad Pastorutti y Abel Pintos) queremos meditar sobre la palabra proclamada, anunciada en los textos que se utilizarán en el III Domingo del anuncio del Reino (Tiempo ordinario).



Como hemos afirmado en nuestro libro “La #vida nos da #señales” publicado por PPC:

Anunciar tiene muchos sinónimos como avisar, informar, notificar, participar, comunicar, advertir, divulgar, publicar, pregonar, difundir, revelar, descubrir, manifestar, declarar, proclamar, mostrar, exhibir, expresar, exponer, exhortar, formular, pronosticar, predecir, augurar, presentar, resonar, etc. Y es tan cotidiana que, a menudo, pasa desapercibida. Tanto sea personal como comunitariamente se vive anunciando, se anuncia viviendo. En muchas oportunidades divulgamos lo que no podemos callar porque es tan movilizante que nuestro ser se conmueve hasta el tuétano, y no lo ocultamos. Hay acontecimientos profundos que nos cambian, dándonos una nueva identidad, incluso en nuestra forma de expresarnos, están las noticias que favorecen al desarrollo personal y familiar al ser comunicadas. Existen las vivencias que nos duelen, que provocan emociones fuertes frente a ellas. En definitiva, revelar es abrir la existencia, el corazón… porque la vida necesita ser participada por su fecundidad, y al hacerlo generamos vida. Por eso, comunicamos para compartir la experiencia, no para convertir. La conversión es consecuencia del anuncio que genera vitalidad” (Curia, Christian, 2018, pág. 37)

Dios es proclamable (francés) o proclaimable (inglés)

En francés o inglés está esa palabra, que en español no la encontramos en el diccionario de la RAE. Es un vocablo que indica que cosas o personas son “susceptibles de ser proclamados o declarados públicamente”. En español podría ser algo similar a “proclamada o proclamado”. Pero llevaría a comprenderlo de una manera distinta a las palabras en francés o inglés. Dios no solo es proclamado por personas y comunidades, sino que él mismo es capaz de ser proclamado y declararse o ser declarado públicamente. Él se hace vocablos comunicables, es decir, es palabra.

En los textos que se proponen para el domingo mencionado queremos contemplarlos desde la palabra “proclamación”. Porque en las tres citas se puede vislumbrar dicho vocablo. También porque el 21 de Enero de 2024 se celebra el “Domingo de Palabra de Dios”. Esta celebración fui instituida por Francisco, Obispo de Roma, el día 30 de septiembre de 2019 con la carta apostólica “les abrió el entendimiento” (Francisco – AI, 2019) en referencia a la experiencia lucana en donde Jesús explica las escrituras a los discípulos de Emaús (cf. Lc. 24, 45).

Se hace proclamación

  • a. Con su voz (1ª Lectura y Salmo)

La primera lectura comienza afirmando que “la palabra de Dios fue dirigía por segunda vez”. La voz de Dios se hace comunicación para ser proclamada. Se dirige a quienes somos “capaces” de su propuesta. Es decir, al comunicarse nos reconoce como idóneos de él mismo.

Dios se hace palabra oída y anunciada. Por tal motivo, le pide a Jonás que proclame el mensaje que él le indicará (Jon. 3, 2). La voz de Dios se hace pronunciable por lenguaje humano y la voz humana es portadora de su anuncio.

Incluso el texto presenta a un Dios que se arrepiente de realizar algo. Este profeta anuncia destrucción por un mensaje que supuestamente recibió de él, pero que el texto no lo especifica. Y la Palabra de Dios es portadora de cambio y conversión. La voz de Dios es capacitadora, potenciadora de nuestro cambio y conversión.

La palabra proclamada y escuchada provoca cantos de misericordia por un Dios fiel que se hace proclamación por medio de la voz humana:

Acuérdate, Señor, de tu compasión y de tu amor, porque son eternos. No recuerdes los pecados ni las rebeldías de mi juventud: por tu bondad, Señor, acuérdate de mi según tu fidelidad (Sal. 25/24, 6 – 7)

  • b. Con esperanza (2ª lectura)

Con Pablo podemos discernir que la redención realizada en Cristo (1ª Cor. 7, 23) es portadora de esperanza que nos invita a vivir de una manera distinta, no por sufrimiento, sino por el gozo de existir redimidos y orientados por la acción realizad por Maestro bello.

  • c. Con personas (Evangelio)

Marcos nos ubica en el inicio de la vida pública y anuncio del Reino. Y ahí menciona algunas acciones de Jesús:

  • Se marcha a Galilea
  • Proclama la cercanía del Reino.
  • Pasa junto a …
  • Ve a..
  • Llama a… y para…

Desde estas acciones podemos contemplar que el Reino se proclama junto a la vida de las personas, en sus lugares concretos. Dios nos llama en nuestra realidad, con nuestros vínculos, con nuestras capacidades y potencialidades: de pescadores a “pescadores de hombres”… aquí se da un cambio que provoca la palabra escuchada: ¡de algo bueno pero de otra manera! Evidentemente, la conversión no es únicamente de algo negativo a algo positivo. Esta invitación de la proclamación de Jesús la ubica en el anuncio del Reino: está cerca, conviértanse.

Por otro lado, podemos reflexionar que todo cambio no es “estoico”, sino que es por la acción del Reino en la vida de quienes somos oyentes de la proclamación.

  • d. Con cierta conflictividad

Existe una especie de acervo cultural (acerbo en algunos casos) o colectivo religioso que considera a la conversión como un requisito para la recepción de la gracia o de un bien por parte de Dios. Es decir, una “conversión para tal o cual cosa.

En el texto del evangelio de este III Domingo del Anuncio del Reino (Tiempo ordinario), Marcos nos presenta a Jesús que predica una conversión causada por una presencia y cercanía. Es decir, desde o porque “El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia” (Mc. 1, 15) y no para que se cumpla o se acerque.

Se proclama como buena noticia

  • a. sinodal

La voz de Dios, su palabra, por mediación de la Escritura, nos invita a proclamarla como una comunicación para el diálogo entre oyentes y su propuesta de Salvación, liberación, de buena noticia. Los cristianos creemos, celebramos y proclamamos una Trinidad que quiere, anhela, suscita y desea que los seres humanos, descubriendo su presencia, rumiemos su palabra para que, libremente, sigamos siendo constructores del Reino ya presente en nuestro propio itinerario, vocación, destino… y ella, la Trinidad, seguirá junto con y a nosotros en el camino, haciendo que nuestro encuentro y corazón arda de amor por su impulso, cercanía y ternura.

  • b. vital

La voz de la Trinidad quiere hacerse eco en, desde y para la vida misma como lo narra Marcos (cf. Mc. 1, 14-20) desea resaltar su amor, actuar (Sal. 25/24), predisposición a acompañar y caminar junto a la humanidad.

Los cristianos, creyentes en su Palabra, la proclamamos al estilo de Jesús: una buena noticia con quienes compartimos el camino de la vida, porque “Dios, en Cristo, ofrece una salvación que desborda nuestras expectativas de Dios, desborda todo límite” (De Vos, Frans, 2019, pág. 124).

  • c. Evita moralismos y fundamentalismos

La presentación del contenido de fe como buena noticia, hace imperioso superar el sentido moralista, el fundamentalismo literal, magisterial, litúrgico, etc., evitando una evasión de la realidad o una actitud voluntarista. A su vez, esquivar la ideologización de la propuesta para no caer en un recetario de frases o actitudes para ir solucionando las dificultades o situaciones de la vida. La buena noticia proclamada, supera y deja de lado, el ver – juzgar – actuar, porque en ella se da un encuentro que no quiere juzgar o indicar lo qué debemos hacer, ni proponer moralejas, sino otear y bucear en las existencias las señales de la presencia de la Trinidad qué va haciendo un camino de Salvación junto a nuestra vida.

Si bien en el Motu proprio mencionado, Francisco establece el día de la Palabra de Dios con centro en la Escritura, sería importante y auspicioso recordar que en ese día u otros los cristianos celebremos todas las mediaciones que la Iglesia propone para el discernimiento de la Palabra de Dios: Sagrada Escritura, vida de la Iglesia, Liturgia, Servicio (De Vos, Frans, 2019, págs. 49-50) y las realidades humanas (CELAM – MED, 1968) (VIII, 6 b).

Por eso con este Obispo de Roma, contemplamos a la Palabra proclamada en la Escritura como:

“La Biblia no puede ser sólo patrimonio de algunos, y mucho menos una colección de libros para unos pocos privilegiados. Pertenece, en primer lugar, al pueblo convocado para escucharla y reconocerse en esa Palabra. A menudo se dan tendencias que intentan monopolizar el texto sagrado relegándolo a ciertos círculos o grupos escogidos. No puede ser así. La Biblia es el libro del pueblo del Señor que al escucharlo pasa de la dispersión y la división a la unidad. La Palabra de Dios une a los creyentes y los convierte en un solo pueblo” (Francisco – AI, 2019) (#4b)

Plegaria

Trinidad Santa, es bello darte gracias siempre
sobre todo, en este tiempo en que tu voz se hace “proclamable”, anunciable
y se transforma en noticia buena y bella.
Porque tu voz se hace proclamación cercena, proclamada con esperanza y por medio de personas que somos convertidas en proclamadores del Reino que ya está cerca.
Porque tu voz, se comunica por mediaciones y son fresco manantial; que nos hace vivir.
Te pedimos que, por medio del diálogo,
sigamos buceando y zambulléndonos en tu voz y en la vida concreta,
que continuemos siendo oyentes de todas las mediaciones en las realidades humanas,
que como método y contenido sigamos creciendo en un discernimiento comunitario eclesial,
que continuemos favoreciendo la proclamación como un arte que da a luz el misterio que se nos anticipa,
que podamos vivir y percibir que nos aferras de la mano y caminas a nuestro lado,
que al darnos cuenta de este acompañamiento
sigamos sorprendiéndonos y admirándonos de tu amor y ternura inagotable.

Bibliografía

CELAM – MED. (1968). ‘Medellín’. Medellín: Paulinas.
Curia, Christian. (2018). ‘La #vida nos da #señales’. C.A.B.A: PPC.
De Vos, Frans. (2019). ‘Metodología Catequística’. Buenos Aires: Claretiana.
Francisco – AI. (30 de Septiembre de 2019).