El Catecismo sentencia que estas prácticas son “gravemente deshonestas”, mientras que los obispos españoles tachan de “no lícitos” a los vientres de alquiler
La cuestión está abierta en todo el planeta entre discusiones, críticas, quejas, protestas y propuestas de ley, según apunta el suplemento femenino de L’Osservatore Romano