La gestación subrogada de Ana Obregón: ¿qué piensa la Iglesia?

La decisión de la presentadora Ana García Obregón de tener una hija por maternidad subrogada en Estados Unidos a los 68 años, tal y como recoge en exclusiva la revista ‘¡Hola!’, se ha convertido en las últimas horas en el tema central de tertulias televisivas, grupos de WhatsApp y corrillos de mercado, además de ser trending topic en redes sociales.



Pero, ¿qué dice la Iglesia sobre una cuestión tan controvertida desde el punto de vista ético y moral? El Catecismo no deja lugar a dudas en el punto 2376, al afirmar que “las técnicas que provocan una disociación de la paternidad por intervención de una persona extraña a los cónyuges (donación del esperma o del óvulo, préstamo de útero) son gravemente deshonestas”. Es más, subraya que “estas técnicas (inseminación y fecundación artificiales heterólogas) lesionan el derecho del niño a nacer de un padre y una madre conocidos de él y ligados entre sí por el matrimonio”.

Referencia conocida

Además, el manual que contiene la doctrina oficial de la Iglesia se remite a la instrucción ‘Donum vitae’, que emitió la Congregación para la Doctrina de la Fe en 1987, siendo prefecto Joseph Ratzinger. En el documento se subraya que “sólo a través de la referencia conocida y segura a sus padres pueden los hijos descubrir la propia identidad y alcanzar la madurez humana”.

En 2017, la Conferencia Episcopal Española se manifestó al respecto cuando se planteó la posibilidad de regular estas prácticas en nuestro país. El entonces secretario general de la Conferencia Episcopal y actual arzobispo de Granada, José María Gil Tamayo, denunció que “es una explotación de la mujer y del niño que va a nacer, que se convierte en un objeto de consumo”.

Contra el orden natural

Para los prelados, se trata de una práctica “no lícita” que “contraviene el orden natural de la procreación humana”. “No se atiende a una anomalía o enfermedad, no se cura la infertilidad, trata de proporcionar un medio alternativo que la Iglesia considera no lícito”, apuntó entonces Gil Tamayo.

Así, el obispo reclamó que se habla de “vientres de alquiler”, evitando cualquier eufemismo, a la vez que reclamó que las leyes sean “suficientemente flexibles y garantistas”, que sitúen “por encima de todo, de los derechos del niño”.

Contrato nulo

Lo cierto es que, hoy por hoy, la gestación subrogada es ilegal en España. El artículo 10 de la ley sobre técnicas de reproducción humana asistida declara nulo el contrato para que una mujer, con o sin precio, se preste a una gestación y renuncie después a la filiación materna a favor del contratante o de un tercero. Es más, se determina que la filiación de esos hijos vendrá determinada por el parto.

Sin embargo, hay agencias ofrecen sus servicios para alquilar un vientre en el extranjero y solventar después las trabas legales para poder reconocer como propio al bebé concebido al retornar a España.

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