Madrid acoge este 24 de junio la I Jornada de Contemplación y Meditación Cristiana, que reúne a realidades eclesiales emergentes que han encontrado en el silencio un punto de encuentro y de partida para un primer anuncio entre adultos y que, teniendo o no una experiencia previa creyente, expresan su necesidad de buscar tiempos de retiro en medio del ritmo frenético de la sociedad de la producción y el consumo.
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Entre estos movimientos, se encuentran apuestas ya consolidadas como Amigos del Desierto o Más que Silencio. Frente a quienes intentan acusarles de sincretismo religioso y de maridajes alarmantes con el reiki, el yoga, el mindfulness o el zen, ellos reivindican –como señala el lema de su encuentro– que viven su fe Arraigados en Jesús.
Regreso a casa de alejados
No en vano, la meditación que respiran es heredera de esa milenaria tradición oriental cristiana, de los Padres del Desierto, que se enriquece con los místicos, con Ignacio de Loyola y hasta con las aportaciones recientes de Benedicto XVI. Y es precisamente esa oración contemplativa la que está trayendo consigo el regreso a casa de alejados de la fe que vuelven a empaparse del Evangelio, a compartir la eucaristía, a sentirse Iglesia.
