José Beltrán, director de Vida Nueva
Director de Vida Nueva

Un “virus” cofrade


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MIÉRCOLES

Remate del Congreso Marianista de Educación. “Creemos en los matices, en los lugares de encuentro, en los puntos intermedios”. Reflexión de Lander cuando otras voces solo abanderan discursos tan aparentemente sólidos como intransigentes, que acusan de relativista y descafeinado a quien dialoga con el otro, a quien cree en el discernimiento y la libertad.



VIERNES

Almudena me reconoce en cuanto subo al autobús. Cuarenta años después de que nos vimos por primera vez las caras en un aula de parvulitos. Y unos cuantos años también sin reencontrarnos. Reconocer al otro y reconocerse en el otro. Sin que el tiempo o los aderezos vitales desdibujen la naturalidad. Esto no lo puede fiscalizar el algoritmo.

SÁBADO

Nos separan tres calles. A tres minutos de mi portal. Tenía 27 años. Llevaba varios días muerta. Y nadie la echó en falta. Nadie.

DOMINGO

Leo que Ángel Pérez Pueyo ha presidido la misa por los cincuenta años del complejo de Torreciudad. Una semana después de proponer que Roma lo erija como santuario internacional y gestione de arriba abajo el enclave. A la espera de que el comisario se pronuncie sobre su estatus. Se esperaba a Fernando Ocáriz. No pudo escuchar la homilía del obispo. “Hoy queremos renovar juntos el compromiso de seguir caminando en unidad, en comunión, valorando lo que nos une, sin miedos ni recelos”.

Cofrades

LUNES

Carta del obispo de Jerez a las hermandades. Lo de menos es comunicar cómo había resuelto el entuerto de la estación de penitencia del pasado Lunes Santo. Rico Pavés lanza un aviso a navegantes que va más allá de Asidonia sobre un “virus” que se contagia entre las cofradías, pero que podría no quedarse solo ahí: “La murmuración corrosiva y la judicialización de los enfrentamientos entre hermanos”. Con un cómplice: los medios digitales que se erigen en “altavoces de un enfrentamiento despiadado”.

MARTES

Diagnosticar y recetar. Sin escuchar más allá de lo audible. Sin acompañar. Yo también caigo. Pero me preocupa que así procedan quienes tienen en sus manos la vocación de otros. Con un pastillazo no se solventa una crisis. Se anestesia. Se tapa. Pero no se cura.