¿Son irresponsables los jóvenes?


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Los pasados días hemos tenido ocasión de ser testigos, por una parte, y de conmemorar, por otra, acontecimientos cuyo común denominador fue estar protagonizados mayoritariamente por jóvenes. La conmemoración fue la del décimo aniversario del 15-M, con sus luces y sus sombras; el testimonio, el de los botellones con ocasión de la conclusión del estado de alarma y sus consiguientes restricciones.



Ambos acontecimientos, ligados o considerados separadamente, dieron lugar a multitud de tertulias, columnas periodísticas y opiniones. En todo caso, el comportamiento de la juventud era el centro de ellas.

Primer libro de los Reyes

Un ejemplo bíblico de comportamiento equivocado de la juventud lo tenemos en el capítulo 12 del primer libro de los Reyes. Tras la muerte de Salomón, el reino pasa a su hijo Roboán. Ante la petición de aliviar la servidumbre que le hace Jeroboán, en representación de las tribus del norte del reino, Roboán pidió consejo a los ancianos que habían servido a Salomón, que le sugieren: “Si hoy tú te conviertes en servidor de este pueblo y les sirves y ofreces buenas palabras, ellos serán tus siervos por siempre” (1 Re 12,7), y le aconsejan que aligere el yugo que su padre había puesto sobre ellos.

Pero Roboán no hizo caso y buscó la opinión de los jóvenes con los que se había criado. Sus compañeros de generación le dijeron: “A este pueblo que te ha dicho: ‘Tu padre hizo pesado nuestro yugo, aligéralo tú ahora’, diles así: ‘Mi dedo meñique es más grueso que los lomos de mi padre. Mi padre os impuso un yugo pesado, yo añadiré peso a vuestro yugo. Mi padre os azotaba con látigos, yo os azotaré con escorpiones’” (vv. 10-11).

Puerta del Sol 9 de mayo fin estado de alarma

La conclusión de la historia fue la que cabría esperar: la ruptura del reino. “Viendo todo Israel que el rey no había querido escucharles, le replicaron diciendo: ‘¿Qué parte tenemos con David? ¡No tenemos herencia con el hijo de Jesé! ¡A tus tiendas, Israel! ¡Mira ahora por tu casa, David!’ Israel regresó a sus tiendas. Roboán reinó sobre los hijos de Israel que habitaban en las ciudades de Judá. El rey envió entonces a Adorán, jefe de la leva, pero todo Israel lo apedreó hasta matarlo y Roboán se apresuró a subir a su carro para huir a Jerusalén” (vv. 16-18).

Obviamente, no toda y no siempre la juventud es irreflexiva e irresponsable, pero…