El 1 de octubre, el sindicato francés FSU (Federación Sindical Unitaria) y su afiliado SNUipp (Sindicato Nacional Unitario de Maestros y Profesores de Escuelas) pidieron al Consejo Superior de Educación eliminar las palabras “Navidad” y “Todos los Santos”, para designar esas vacaciones. Aunque el FSU es una de las principales federaciones sindicales del sector público, sobre todo en educación, investigación y cultura, el Ministerio de Educación francés rechazó la enmienda, según La Croix.
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Llueve sobre mojado: en 1905, Alfred-Léon Gérault-Richard, en el debate para separar Iglesia y Estado, propuso los nombres de Fiesta de las Flores (la Ascensión), Fiesta de la Cosecha (la Asunción), Fiesta del Recuerdo (Todos los Santos) y Fiesta de la Familia (Navidad). El debate sigue vivo. Borrar la historia y la tradición para comenzar de nuevo.
Carlomagno y la Academia Palatina
El gran Carlomagno (perdón por la reiteración) se dejó llevar de su consejero, el anglosajón Alcuino de York (735-804), para unificar tribus y pequeños Estados enfrentados. No se consolida con las guerras a un pueblo, sino con la cultura, dicen que dijo. Y si no lo dijo, fue lo que hizo. Creó la Academia Palatina, en Aquisgrán, capital del imperio, donde el emperador y su corte asistían para recibir clases de retórica y dialéctica.
Calabaza de Halloween
Buscó a los jóvenes más inteligentes del imperio y estableció escuelas, como la Palatina, en sedes episcopales y abadías, con el modelo educativo basado en los principios del ‘Trivium’ y el ‘Quadrivium’. Así, formaba a jóvenes no solo en una comprensión profunda de las humanidades, sino también de las ciencias.
Vacío educativo y cultural
En aquel siglo VIII, la caída del Imperio romano y las invasiones bárbaras habían dejado un inmenso vacío educativo y cultural. La educación y la transmisión del saber eran fundamentales para mantener la civilización europea, quizás como ahora. Influenciados por tanto tecnicismo y palabras vacuas, echamos de menos una sabiduría humanística que amalgame tanta división. Vale la pena leer una biografía de Alcuino de York, impulsor pedagógico de la renovación cultural y educativa de todo un imperio.
Estos días, algunos colegios de tendencia cristiana discuten si disfrazarán a los niños de santos o de momias, cuando el debate de la educación es otro. Disfrazarse, de lo que sea, solo es un divertimento infantil. Lo peor para su educación son otras telarañas en las que viven atrapados. Además, Halloween significa “víspera de todos los santos” (de ‘All Hallows Eve en escocés’, según Wikipedia) y se celebra, claro, el 31 de octubre. Igual que Domingo es “Día del Señor”. El sindicato francés debe cambiar muchas palabras de su cultura.
¡Ánimo y adelante!
