Un gesto de buena voluntad la llevó a estar en el punto de mira con mofas de todo tipo, provocándola algo más que un disgusto. Después la encumbraría a una fama no buscada que la regalaría un cariño global, con dosis de humor, desde la empatía hacia quien solo quería arreglar a golpe de pincel el rostro de Jesús.
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Ayer falleció a los 94 años Cecilia Giménez, la autora de la peculiar restauración del ‘Ecce Homo’ ubicado en la iglesia del Santuario de Misericordia de la localidad zaragozana de Borja.
Bondad inmensa
“Perdemos a una persona muy querida en el pueblo, con una bondad inmensa”, señalaba el acalde de la localidad, Eduardo Arilla, que ponía en valor cómo supo echarse a sus espaldas la “presión” que se generó en torno a su obra.
Fue en 2012 cuando sus pinceladas para arreglar la obra de Elías García Martínez trascendieron todas las fronteras, convirtiéndose en un fenómeno viral, hasta tal punto que en este tiempo el ‘Ecce Homo’ de Cecilia ha recibido en 2026 cerca de 300.000 visitas y ha situado a la pintura en el circuito turístico. Es más, se llegó a hacer un documental, una ópera, un musical en las Vegas…
El alcalde ha desvelado que las entradas para ver el ‘Ecce Homo’ y la venta de productos vinculados a la obra han permitido completar la cuota de la residencia en la que vivía Cecilia, que tiene un hijo con parálisis cerebral. Así, Arilla ha subrayado que “un fenómeno social que se ha convertido en un fin social” al recaudar más de 600.000 euros. Pero, sobre todo, la define como “una madre entregada, de lucha, de fuerza” que afrontó una vida “muy dura”. Se quedó viuda muy joven, uno de sus dos hijos murió de distrofia muscular degenerativa y el otro sufre una parálisis cerebral.
