Los obispos de México llaman a los feligreses a adoptar cinco actitudes para la construcción del Reino de Dios

Al celebrarse los 100 años de la festividad de Cristo Rey, el Episcopado Mexicano exhorta a ser “dignos seguidores de su Evangelio, como ciudadanos del Reino de los Cielos, construyendo un México justo, fraterno y pacífico”   

Cruz

Los obispos de México hicieron un llamado a los feligreses para que en este Año Jubilar, “como ‘peregrinos de la esperanza'”, además de “orar incesantemente”, promuevan cinco actitudes para la construcción del Reino de Dios.  



En un videomensaje, el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano y obispo de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, a nombre de los obispos, señaló que en este 2025 se cumplen 100 años de la Fiesta de Cristo Rey del Universo: “recordamos a tantos mexicanos que dieron su vida por amor a Él; tomemos la estafeta de esos mártires, acrecentando nuestra fe y comportándonos como dignos seguidores de su Evangelio, como ciudadanos del Reino de los Cielos, construyendo un México justo, fraterno y pacífico”.

Para tal fin, los obispos llaman a los feligreses a practicar cinco actitudes concretas:

  1. Abrir nuestros corazones a la esperanza: “Nuestras familias necesitan mirar el futuro con la confianza de que un México mejor es posible”.
  2. Hacer una Iglesia que escucha y acompaña: “especialmente a quienes más sufren, a las víctimas de violencia, enfermos sin medicinas, migrantes abandonados”.
  3. Construir puentes de diálogo donde hay división: “México está herido por la polarización. Seamos constructores de un encuentro en la verdad”.
  4. Impulsar gestos de paz en nuestras familias y comunidades: “La transformación de nuestra patria comienza en cada hogar”.
  5. Acompañar con amor a quienes más nos necesitan: “Hacer presente el Reino significa estar cerca de los últimos, de los descartados”.

Por la construcción del “reino de amor y de justicia en México”

El obispo Castro consideró “justo que las familias tengan acceso a la salud, educación y un trabajo digno; es justo que puedan vivir sin miedo y tengan oportunidades para desarrollarse plenamente y es justo luchar contra los abusos vengan de donde vengan”.

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08/04/2020.- Fotografía de la explanada de la Basílica de Guadalupe en Ciudad de México. EFE/ Jorge Núñez

También recordó que en el Proyecto Global de Pastoral de los obispos, “como pueblo de Dios en México, pastores y fieles, nos hemos comprometido con la paz y las causas sociales. Esa es la primera de varias catequesis que irá profundizando en lo que significa hacer presente el Reino de Dios en nuestra sociedad, hasta culminar en la proclamación de Cristo como Rey y Señor de nuestras vidas y de nuestra historia”.

Asimismo, señaló que para la Iglesia, las familias “son el corazón de nuestra misión y juntos con la guía de Cristo Rey podemos lograr que Dios bendiga a todas las familias mexicanas y nos ayude a construir entre todos su reino de amor y de justicia en nuestro querido México”.

“El Reino de Dios no es una utopía lejana”

Ramón Castro aseguró que en los hogares de cada familia “está la fuerza de México; en sus manos está la posibilidad de construir un país más justo para todos”.

En ese sentido, compartió que “cuando Jesús nos enseñó a orar diciendo: ‘venga a nosotros tu reino’, nos invitaba a soñar y trabajar por un mundo mejor; en México, ese reino se hace presente cuando las familias viven con dignidad, cuando nadie es descartado, cuando la justicia y la paz florecen en nuestros hogares y comunidades, se manifiesta cuando nuestras familias pueden vivir sin miedo con la seguridad de poder caminar por sus calles sin amenazas, sin miedo, cuando todos tienen acceso a servicios de salud que sean dignos y también acceso a los medicamentos que necesitan para vivir plenamente”.

Para el obispo Castro, el Reino de Dios no es una utopía lejana sino “un don que debemos pedir en oración pero también una tarea que exige nuestra colaboración diaria. Cristo es el Rey de este Reino y nos llama a ser sus colaboradores activos con nuestros talentos y nuestro entusiasmo creativo. Nada hermoso ocurrirá en nuestras vidas al margen de nuestra libertad”.

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