Los obispos del Chocó, jurisdicción eclesial del pacífico colombiano, han enviado un SOS al papa Francisco frente a la crítica situación humanitaria que vive esta región a causa de la violencia y el olvido gubernamental.
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Juan Carlos Barreto, obispo de Quibdó, visitó al Santo Padre en el Vaticano y le entregó lamisiva que también han suscrito Mario de Jesús Álvarez Gómez, de Istmina-Tadó, y Hugo Alberto Torres Marín, de Apartadó.
64% de pobreza
Los prelados han indicado que esta región rica en valores y cultura de sus habitantes, se encuentra sometida “el abandono del Estado, el perverso accionar de los grupos armados, la débil implementación del Acuerdo de Paz y los intereses de diversos grupos económicos”.
“El Pacífico colombiano, al igual que otras regiones del país, se ha convertido en un escenario de guerra e ilegalidad que destruye la vida de personas y comunidades”, apuntaron.
Según datos revelados por los obispos “la población del Chocó vive una dramática crisis humanitaria y de derechos humanos que hace que el 64% de sus habitantes viva en la pobreza”.
Secuelas de la crisis humanitaria
Asimismo los obispos del Chocó claman por soluciones integrales, porque como bien han comprobado con otros organismos en territorio la crisis humanitaria “se expresa en afectaciones concretas como el desplazamiento forzado, el confinamiento, las muertes y mutilaciones por las minas antipersonal, la amenaza a líderes y comunidades, el reclutamiento de menores, los homicidios, las extorsiones y otros crímenes”.
Lamentan que “la violencia en la ciudad de Quibdó, ha hecho que más de mil jóvenes hayan sido asesinados en los últimos diez años, lo cual indica que en esta ciudad el promedio de homicidios esté cerca de cuatro veces por encima del promedio nacional.
Inclusive, “el alto número de suicidios entre los jóvenes, principalmente de las comunidades indígenas, refleja el grado de desesperanza y temor que se vive en la región”.
Este encuentro entre el obispo de Quibdó y el Papa “se da a propósito de la audiencia concedida a los miembros de la “Casa hogar Deutschland”.
Foto: Semana
