Desafíos de los jóvenes en la Iglesia


Compartir

Está claro que los tiempos que vivimos son de características volátiles en donde la inmediatez se lleva todo el protagonismo en nuestra vida cotidiana. Se han perdido espacio de masificación y encuentro donde  hace décadas se solía convocar a laicos donde maximizaban su apostolado.



Teniendo conciencia de nuestro entorno podemos identificar desafíos que están al alcance de la innovación que puede sorprender e involucrar a muchos jóvenes que se sientan identificados con estos nuevos desafíos que interpretan una nueva mirada optimista y global para potenciar de manera objetiva la Palabra de Cristo en estos nuevos tiempos.

El nuevo periodo

Con la masificación de las nuevas plataformas de comunicación se abren las posibilidades de difusión a través de estas mismas. Es por esto que se requiere la incorporación de nuevos líderes que puedan ocupar estas herramientas de manera útil para conectar  a mas personas dentro de un mismo mensaje y plataforma. La importancia de reconocer y ubicar a esos nuevos actores significa la posibilidad  de crear comunidades digitales que puedan coincidir y planificar posibles proyectos que involucren valores sociales y cristianos a favor de la comunidad generando un impacto real y significativo en la vida de las personas.

Con lo anterior se puede articular una verdadera red de amplificación del mensaje con un grado de unidad que signifique identificar a nuevos laicos y potenciar los distintos proyectos que consideren un grado de compromiso con la fe dentro de la vida personal.

Así mismo esta nueva generación se encuentra expuesta a múltiples mensajes que la rodean. Se tiende a tener demasiada sobrecarga de  información que muchas veces termina confundiendo a este grupo considerado de personas. Es por esto que son necesarios la conversión y el paso a esta nueva era con verdaderos protagonistas que puedan incentivar el relato para que se traslade de las plataformas a verdaderos proyectos sociales que puedan convocar de manera orgánica a otros pares que se  sientan  huérfanos de comunidad al experimentar la necesidad de pertenecer a un grupo determinado de personas.

El sentido de pertenencia

Uno de los desafíos de esta nueva generación es ser parte de un grupo determinado. Tratar de encajar en la búsqueda constante de pertenencia en un periodo tan líquido como en el que vivimos. Por ello es sumamente necesario sumar biografías y relatos que sean cercanos a este  nuevo público. De manera  considerable se requiere nuevas narrativas que despierten empatía y conexión con este grupo de jóvenes que se encuentran en una constante búsqueda  cultural, simbólica y espiritual con sus pares.

Dada la movilidad de esta nueva cultura se producen vacíos fundamentales dentro la formación y la vida de los jóvenes. Estos vacíos pueden llevar a diferentes instancias caóticas que solo alejan la fe de estas  personas. Es por esto que es sumamente necesario encantar a estas personas de manera real y cercana (para?) que busquen una transformación personal hacia la fe.

¿Cómo llegar  a los jóvenes?

Esta es una pregunta que se hace la Iglesia hace muchos años después de diferentes revoluciones como la de los hippies que llamaban a no confiar en personas mayores de treinta. A partir de esto la Iglesia ha tenido una preocupación constante por llegar a esta población mediante diferentes tipos de propuestas.

Muchas de estas líneas de acción han sido contradictorias, porque cada vez que se aborda, este tema rosa con la realidad dado que este es un grupo específico, ya que necesita una aproximación muy focalizada.

Muchas veces la vida católica es demasiado exigente para los jóvenes que tienen como estilo de vida el ser más relajado, cercano a lo individual más que a sujetos protagonistas de acciones evangelizadoras.

Se necesitan propuestas que involucren iniciativas como las Jornadas Mundiales de la Juventud, plataformas de conexión con otros jóvenes y proyectos que se acerquen a ayuda social a los mas necesitados.

La nueva pastoral juvenil debe ser de calidad donde se vea  a los jóvenes  moverse de una vida superficial a una vida en Cristo donde se hagan grandes preguntas fundamentales sobre su relación con Él. En consecuencia a cuando veamos que esa pastoral se transforme a una pastoral vocacional donde dichos jóvenes se hacen estas grandes preguntas sobre sus vidas que llevarán a repuestas específicas que incluyen la vida consagrada, el sacerdocio o la vida matrimonial.

Los desafíos que conlleva esta nueva normalidad exigen un acentuado compromiso con la verdad y además el poder optimizar los nuevos relatos a las nuevas plataformas sin descuidar los valores católicos ni los proyectos sociales.

Los nuevos espacios

Dentro de esta nueva década que  ya partió es posible que dentro de los proyectos que se puedan aproximar existan estas nuevas plataformas que no solo tienen que ver con redes sociales, sino mas bien con una nueva realidad en tecnología.

Podemos encontrar espacios en asistentes virtuales como es Alexa© que tiene oraciones católicas en su catálogo sirviendo en particular a personas solas. No cabe duda que en unas décadas más se va a acentuar su alcance y su comportamiento dando espacio a posibilidades dentro de su alcance con muchos futuros usuarios.

Tampoco hay que olvidar que estos jóvenes serán, en una década más, adultos inmersos en una nueva realidad llamada “META VERSO” donde será una segunda realidad donde se podrán conectar para asistir a festivales digitales, cines y conferencias sin descartar la posibilidad de tener charlas católicas dentro de este nuevo universo que también tendrá espacio para la  espiritualidad.

Las posibilidades ante este futuro son innumerables, solo falta más innovación y liderazgos para enfrentar  estos mismos desafíos. Sin duda alguna tendrán un antes y después dentro de nuestra misma Iglesia considerando los alcances que tienen estas nuevas tecnologías que pueden alterar la realidad además de conectar con miles de personas al rededor del mundo.

Lo anterior no se puede ver como una amenaza sino más bien como una oportunidad de actualizar las plataformas para compartir el mensaje con esta nueva realidad.

Una oportunidad única en siglos de apostolado donde todo recaía en textos  y relatos donde ahora tenemos la posibilidad de avanzar en otro nivel para poder impulsar una conversión distinta en un nuevo grupo de personas.

Las oportunidades son variadas desde la innovación de diferentes proyectos que buscan convocar de manera creativa a través de las mismas plataformas hacia otros escenarios y realidades donde lo principal es el Bien Común y la atención de los más necesitados.


Por Javier Vrox Moraga. Exalumno de la Academia de Líderes Católicos de Chile