En los últimos tiempos, son muchos los que se hacen eco de un deterioro social, sobre todo en las generaciones más jóvenes. Crece una cultura individualista, egocéntrica, ensimismada, y se extiende la oferta de métodos, prácticas y terapias por los que se intenta paliar los efectos del deterioro personal. En estas circunstancias, la parábola del buen samaritano se convierte en respuesta. El aceite, el vino, las vendas, la posada, el derroche del perdón… sana, restaura, levanta, y lo que parece incurable se convierte en don providente

Se acerca un nuevo Día del Seminario (19/20 de marzo), que este año se celebra bajo el lema 'Sacerdotes al servicio de una Iglesia en camino'. Camino que es el de la vocación de cada uno de sus miembros –al presbiterado, pero también a la vida religiosa y al matrimonio–, y que arranca en diferentes momentos o etapas de la vida. Entonces, solo cabe responder con obediencia y prontitud de ánimo, levantarse y emprender esa senda guiados por el Espíritu

En estos días de duelo se acumulan las preguntas. Como creyentes, somos llamados a no estar a merced de lo caduco, a no anclar nuestras vidas en el momento presente. Dios es nuestro puerto de inicio y de retorno. Por la fe, es tiempo de vivir en anticipo lo que esperamos como ciudadanos del cielo

Si Dios es relación, diálogo, ¿cómo se puede hablar del “silencio de Dios”? Con la ayuda de la Biblia, trataremos de descubrir el verdadero sentido de ese silencio, lo que puede enseñarnos y su irrupción en todo camino espiritual

El 14 de febrero, Miércoles de Ceniza, comienzo la Cuaresma, 40 días de preparación a las fiestas pascuales. Siguiendo las estaciones cuaresmales que propone la Iglesia romana, ofrecemos un itinerario en siete etapas que no solo nos ayude a vivir este tiempo litúrgico, sino la propia existencia; porque en ambos casos, a lo largo del camino, no faltan la prueba, la tentación o el dolor, pero también caben la esperanza, la misericordia y el perdón