Mientras que el presidente de la República, Gustavo Petro, aboga por las narcolanchas en el Caribe, las comunidades del Cauca reclaman mayor atención
Noche de velitas en Colombia. Foto: Revista Semana
Este 7 de diciembre – Noche de velitas– en Colombia en víspera de las fiestas de la Inmaculada, la arquidiócesis de Popayán, sur del país, junto a alcaldías, cabildos indígenas y consejo comunitarios se unen en oración por la paz.
Se trata del llamado Día blanco por la paz del Cauca, una acción ciudadana masiva para visibilizar la emergencia y exigir el derecho a la vida. La jornada ha sido dividida en dos actos simbólicos: concentraciones en plazas públicas y oración en los hogares.
En parques de 20 municipios, cientos de personas tomarán puntos estratégicos para formar con sus cuerpos la palabra SOS Cauca; mientras que el momento más personal, en la noche, se ha invitado a cada familia a encender una vela blanca como símbolo de esperanza y protección.
Omar Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán, destacó el sentido urgente de esta movilización, “hay momentos en la vida en que necesitamos gritar, pedir auxilio, decir socorro”.
El prelado ha pedido que este día sea una oportunidad para “sentirnos todos parte de este departamento, hermanos entre sí”. Hay que romper la indiferencia para encontrar “la motivación de sentir compromiso en la construcción de paz”.
El SOS es real. La Defensoría del Pueblo ha presentado un informe en octubre, en el que reportó 18 masacres (con 69 muertos) y más de 800 asesinatos en lo que va de 2025; por eso, esta acción “busca interpelar al país y al mundo sobre la urgencia de proteger a habitantes y sus territorios”.
Mientras que el presidente de la República, Gustavo Petro, aboga por las narcolanchas en el Caribe, las comunidades del Cauca reclaman mayor atención: “Es momento de que el Gobierno Nacional ponga su mirada en nuestro territorio con inversión social y una agenda clara de paz”.
También han pedido a los grupos terroristas “respetar a la población civil, que no puede seguir siendo víctima de una guerra que no le pertenece”.