No es un documental más, es un testimonio que retrata ocho siglos de la catedral gótica de Toledo, que es mucho más que piedra sobre piedra: “No se limita a contar lo que se ve, sino que intenta tocar lo que se vive. Una catedral no se comprende solo desde los datos, las fechas o los estilos artísticos. Eso es importante, pero no basta. Es memoria, es fe acumulada, es esperanza, es dolor y es vida. El documental se sitúa en el plano de la experiencia: no mira desde fuera, sino desde dentro”, explica el sacerdote, novelista y profesor Jesús Sánchez Adalid, quien firma el guion de Catedral Primada. Ocho siglos de fe y esplendor.
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Esta novedosa película que ha estrenado el Arzobispado de Toledo es “emocional”, como la describe su guionista: “La música, la luz, el silencio, las voces, todo está pensado para acompañar al espectador en un viaje interior. Además, entra de lleno en las grandes preguntas que todos llevamos dentro (el sentido de la vida, el paso del tiempo, el amor, la muerte…) y que no se responden con frialdad, sino desde la entraña”.
Tanto que Sánchez Adalid (Villanueva de la Serena, Badajoz, 1962) señala que este proyecto no solo le ha supuesto “una profunda emoción”, sino “también una transformación interior”. Y así lo admite: “Con el paso del tiempo, uno descubre que este tipo de proyectos no se quedan solo en lo profesional. Al recorrer ocho siglos de historia, lo que aparece no es únicamente un legado de piedra, de arte o de poder, sino la vida de generaciones enteras que han rezado, sufrido, cantado, amado y esperado entre esos muros. Visto ahora el resultado, siento que hemos logrado algo que para mí era fundamental: no hacer solo un documental histórico, sino una obra que habla del paso del tiempo, de la fe, de la fragilidad humana, de la belleza y del misterio. La catedral aparece como un gran espejo donde cada siglo se refleja y donde también nosotros, los hombres de hoy, podemos mirarnos con verdad”.
El documental, de poco más de 50 minutos, anticipa el 800º aniversario de la primera piedra de la catedral primada. Fue el arzobispo, Francisco Cerro, quien le propuso escribir el guion: “Lo acepté, ante todo, por gratitud y por respeto. Don Francisco no solo me propuso un proyecto, sino que me ofreció su confianza. Me habló de la catedral no como de un simple monumento, sino como de un corazón vivo, lleno de fe, historia y humanidad. Aquello me tocó profundamente”.
Reto espiritual y creativo
Y continúa Sánchez Adalid: “Además, sentí que no era solo un encargo cultural, sino un verdadero reto espiritual y creativo. Yo tenía claro que no quería hacer un documental al uso, meramente descriptivo. Le propuse una mirada distinta, más humana, más emocional, donde la música, el silencio y la experiencia personal tuvieran su lugar. Y su respuesta fue generosa y valiente: confió en esa propuesta. Ahí supe que no podía decir que no”. El resultado, si cabe, ha superado la visión del propio novelista: “Es una experiencia humana y espiritual que utiliza la historia, el arte y la emoción como lenguajes para hablar de lo esencial. No se limita a explicar lo que fue, sino que intenta mostrar lo que sigue siendo”.