En un mensaje a los obispos del ‘sur global’, el Papa ha pedido acciones concretas para custodiar “la creación de Dios”
El papa León XIV ha enviado un mensaje de apoyo a los obispos de la Iglesia del sur global, quienes han estado muy activos en la Cumbre de las Partes (COP 30) que se celebra en Brasil.
Ha expresado su cercanía a Jaime Spengler, presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), Felipe Neri de la Federación de Conferencias Episcopales de Asia (FABC) y Fridolin Ambongo del Simposio de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar (Secam).
Los animó a seguir impulsando gestos concretos por el cuidado de la creación, porque “ustedes eligieron la esperanza y la acción en lugar de la desesperación, construyendo una comunidad global que trabaja en conjunto”.
Así pues, el Papa avala con su “amén” las acciones que los purpurados desarrollan en este foro internacional sobre cambio climático de las Naciones Unidas.
León XIV ha destacado que la presencia de sus hermanos dice al mundo que “el Amazonas sigue siendo un símbolo vivo de la creación con una urgente necesidad de cuidado”, que por supuesto requiere de mayores avances.
Por lo que sí han decidido asumir este rol profético deben hacerlo desde el testimonio, porque “la esperanza y la determinación deben renovarse, no sólo con palabras y aspiraciones, sino también con acciones concretas”.
Ha enumerado los clamores de la madre tierra: inundaciones, sequías, aumento de la temperatura, contaminación, los más pobres son los destinatarios de estas amenazas, para ellos “el cambio climático no es una amenaza distante”.
“Ignorar a estas personas es negar nuestra humanidad compartida. Aún hay tiempo para mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 1,5 °C, pero la ventana se está cerrando”, advirtió.
Pidió a todos dentro de la Iglesia asumir la responsabilidad de custodiar “la creación de Dios, estamos llamados a actuar con rapidez, fe y profecía para proteger el don que Él nos confió”.
El Papa aseguró que el Acuerdo de París (2015) “ha impulsado un progreso real y sigue siendo nuestra herramienta más poderosa para proteger a las personas y al planeta”.
Sin embargo, el Acuerdo en sí “no está fallando, sino la voluntad política de algunos”. Indico que al asumir acciones climáticas “más contundentes” se podrán crear “sistemas económicos más sólidos y justos”.
Considera que si los líderes del mundo asumen medidas políticas y climáticas firmes constituirán “una inversión en un mundo más justo y estable”.
Recordó que la Iglesia camina junto a científicos, líderes y pastores de todas las naciones y credos, “somos guardianes de la creación, no rivales por sus bienes”, al tiempo que pidió enviar todos un mismo mensaje: “firme solidaridad con el Acuerdo de París y la cooperación climática”.
