Cono Sur

El Episcopado argentino consolida el compromiso con quienes más sufren

| 07/11/2025 - 19:13

El obispo César Daniel Fernández pidió a sus hermanos, al finalizar la 127ª Asamblea Plenaria, ser luz de esperanza ante los desafíos que vive el pueblo confiado a su cuidado





Al finalizar la 127ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina, los obispos se han trasladado a la Basílica de Nuestra Señora de Luján para celebrar la misa de cierre de la reunión.



Presidió la Eucaristía, el obispo de Jujuy y vicepresidente 2º de la CEA, César Daniel Fernández, quien manifestó que acudieron al Santuario de la Patrona de Argentina para dejar en su corazón las iniciativas, preocupaciones y alegrías que llevan ellos en su corazón.

El Si de María

Con referencia a la Liturgia del día, María como Madre y Medianera de la Gracia, indicó que todas las gracias sobrenaturales capaces de llevar a la salvación y a la santidad a los hombres “jamás hubieran podido llegar a nosotros de no mediar la aceptación previa, plenamente libre, de la maternidad divina por parte de María” porque cada una de las gracias que Cristo donó pasaron por el “Si” de María, el maravilloso “hágase en mi según su Palabra”.

En los momentos más duros de la vida, la presencia de María es capaz de abrirnos el atisbo de esperanza, de confianza, de consuelo.

Dar la vida

Asimismo, mencionó el Jubileo de los Obispos (25 de junio), en el que Papa León recordaba que “antes de ser pastores, ¡somos ovejas del rebaño del Señor!”. Y por tal motivo, están invitados a pasar por la Puerta Santa para guiar a la Iglesia confiada a su cuidado, renovarse por el Buen Pastor, “para conformarnos plenamente a su corazón y a su ministerio de amor”.

Estimó que el llamado que se le hace a todos los pastores es el de entrar por la puerta que es Jesús: vivir con sus sentimientos, conocer al Padre, llamar a las ovejas por su nombre y llegar hasta el don de la propia vida por amor. Y subrayó: “Lo definitivo del pastor es, entonces, la manera como da su vida. En esto se reconocerá si ha pasado por la Puerta: si es o no pastor como Jesús. Es el ‘gota a gota’ del ‘día a día’, es la dedicación exclusiva, es el martirio…”. Fernández invitó a sus hermanos a renovar hoy la entrega de cada uno a Cristo y a su Iglesia hasta “dar la vida por las ovejas”.

Reafirmó el deseo de ser luz de esperanza entre tantos desafíos que viven los argentinos para sostenerlos ante las adversidades: los que sufren en su cuerpo y alma, los que no tienen trabajo y no pueden ofrecer el pan en su familia, los jóvenes desorientados y abandonados a la suerte, los ancianos que no pueden satisfacer sus necesidades mínimas… Y pidió consolidar el compromiso hacia los hermanos que sufren, como invitaba el Papa en ‘Dilexi Te’, 8: “escuchando el grito del pobre, estamos llamados a identificarnos con el corazón de Dios, que es premuroso con las necesidades de sus hijos y especialmente de los más necesitados” .

Para concluir, pidió a María de Luján que los lleve como Pastores a Jesús para guiar a la Iglesia argentina y dejarse renovar profundamente por el Buen Pastor, para discernir los signos de los tiempos y crecer en la fidelidad al Evangelio.

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