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Correos ha emitido un sello, dentro de su serie ‘Personajes’, dedicado al papa Francisco. En 2025 concluyó su pontificado con su fallecimiento, marcando el fin de una etapa de doce años al frente de la Iglesia católica y del Estado de la Ciudad del Vaticano. Su legado abarcó no solo una profunda dimensión espiritual, sino también un firme compromiso con los sectores más vulnerables de la sociedad y una serie de reformas significativas dentro de la curia romana que redefinieron el funcionamiento interno de la Santa Sede.
Tras el cónclave del 13 de marzo de 2013, la tradicional fumata blanca precedió la aparición en el balcón central de la basílica de San Pedro del primer papa nacido en el continente americano y el primero hispanohablante en más de quinientos años. Jesuita y hasta entonces cardenal primado de su país natal, Argentina, Jorge Mario Bergoglio “se convirtió en un pontífice de tendencias progresistas y con una clara inclinación reformadora”, señalan desde Correos en un comunicado.
“Francisco supo imprimir un estilo propio al papado, en marcado contraste con el de sus predecesores”, continúa el comunicado. “Se le reconocía por su austeridad, cercanía y calidez humana, así como por su decidido compromiso con las causas sociales y el diálogo interreligioso”.
Asimismo, la compañía valora que, “desde el inicio de su pontificado, promovió una ‘Iglesia pobre y para los pobres’ y abordó con determinación la reestructuración de varias instituciones vaticanas, incluido el Instituto para las Obras de Religión (IOR), también conocido como la Banca Vaticana. Su encíclica Laudato si’ elevó la conciencia ecológica a un plano moral y teológico, convirtiendo el cuidado del medio ambiente en una prioridad para la Iglesia en tiempos de crisis climática”.
Asimismo, señalan que a lo largo de su pontificado, “Francisco devolvió a la Iglesia una proyección renovada en la escena internacional. Su voz se alzó con autoridad en favor de la paz en Oriente Próximo y denunció de manera persistente la situación de los refugiados y migrantes”.
“Siempre consciente de sus raíces latinoamericanas, su pensamiento estuvo profundamente influido por la Teología del Pueblo, una corriente derivada de la Teología de la Liberación, centrada en la dignidad del pueblo creyente y en la justicia social”, aseveran.
