La Confederación Interamericana de Educación Católica (CIEC) congregará en Lima a docentes, agentes pastorales y familias para reinterpretar la tradición a la luz de la innovación
Escuelas Catolicas
Tradición y tecnología. Así ha estructurado la Confederación Interamericana de Educación Católica (CIEC) la versión 39 de su próximo Congreso interamericano a realizarse en Lima (Perú) del 15 al 17 de enero de 2026.
Bajo el tema “Tradición que inspira, innovación que transforma”, este evento busca congregar a directivos, docentes, agentes pastorales y familias de todas las Américas en torno a los desafíos culturales, tecnológicos y sociales, que interpelan profundamente a la escuela católica.
Oscar Pérez Sayago, secretario general de la CIEC, señaló que en tiempos “marcados por los acelerados cambios” urge fortalecer el rol de los maestros católicos, quienes con mirada integradora “reconozcan la riqueza de la tradición educativa católica y, al mismo tiempo, impulse una renovación pedagógica, pastoral y organizativa”.
El laico colombiano recordó que tras 80 años de camino, la CIEC se perfila como una instancia que “debe responder con audacia los signos de los tiempos”.
Por ello, la tradición de la escuela católica, enraizada en el Evangelio y en siglos de experiencia educativa, “no es un ancla que inmoviliza, al contrario, es una fuente de inspiración viva”.
Al revisar el Evangelio – apunta Pérez –, “nos ofrece principios sólidos como la dignidad de la persona, la centralidad de la formación integral, la comunidad educativa como espacio de encuentro y la opción preferencial por los más vulnerables”.
Son las raíces cristocéntricas que “nutren la visión de una escuela que busca no solo transmitir conocimientos, sino también formar ciudadanos éticos, comprometidos y abiertos a la trascendencia”.
El secretario general de la CIEC también ha recalcado que la tradición eclesial “no puede vivirse de manera estática o nostálgica”. Por ello, en este congreso buscan reinterpretarla y dinamizarla “a la luz de los contextos actuales”.
Se busca una escuela que “custodie lo que somos y se atreva a lo que podemos ser. Una escuela donde la tradición no sea peso, sino impulso; y la innovación, no moda, sino fidelidad creativa al proyecto educativo del Evangelio”.
La innovación no se presenta como ruptura, sino “como una actitud creativa y profética que transforma desde dentro: nuevas pedagogías centradas en el estudiante, integración de tecnologías con sentido humano, procesos de liderazgo más participativos y una pastoral más cercana y significativa”.
Pérez sostiene que “innovar es abrir caminos nuevos desde la fidelidad a lo esencial”, por lo que “este congreso se propone ser un espacio de reflexión, diálogo y proyección donde la comunidad educativa católica”
“Será una oportunidad para que puedan reencontrarse con el corazón de su misión, discernir las urgencias del presente y soñar juntos una escuela que inspire por su identidad y transforme por su audacia”, añadió.
Para conocer todo el proceso de inscripciones y requerimientos, los interesados podrán visitar la página del Congreso. De hecho, podrán obtener beneficios si apartan cupos con antelación.