En audiencia privada, el Pontífice les animó a “caminar en comunión, como una sola Iglesia llamada por Cristo a construir la paz y a testificar la esperanza que Dios regala especialmente a través de los jóvenes y las familias”
Obispos mexicanos con el papa León XIV. Foto: CEM
Este día el Consejo de Presidencia de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), se reunió en audiencia privada con el papa León XIV en Roma, donde “tuvo la gracia de compartir con el Santo Padre las esperanzas y dolores de nuestra Iglesia en México“.
De acuerdo con información de la CEM, el papa León XIV “nos compartió una palabra de aliento, solidaridad y esperanza, y nos animó a caminar en comunión, como una sola Iglesia llamada por Cristo a construir la paz y a testificar la esperanza que Dios regala especialmente a través de los jóvenes y las familias”.
El episcopado mexicano manifestó que el Pontífice ofreció su bendición apostólica para todos los mexicanos; “confiamos a la Virgen de Guadalupe, madre de todos los mexicanos, este camino de unidad y servicio al Pueblo de Dios”.
El Consejo de Presidencia de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), con el secretario de Estado de la Santa Sede, cardenal Pietro Parolin. Foto: CEM
Previo a la reunión, el 16 de septiembre el Consejo de Presidencia del Episcopado Mexicano visitó la Secretaría de Estado de la Santa Sede y los Dicasterios para los Obispos y para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.
Estos encuentros -precisó la CEM en sus redes sociales- tuvieron como propósito fortalecer los lazos de comunión con la Iglesia universal y renovar el compromiso de trabajar en unidad pastoral; “con un espíritu de sinodalidad, se compartieron experiencias y se impulsaron caminos de colaboración que permitan un servicio más cercano, integral y solidario al Pueblo de Dios en México”.
De igual modo, estuvieron en la Basílica de San Pedro, en Roma, donde celebraron la Eucaristía en la tumba del Apóstol; “en este momento de profunda comunión con la Iglesia universal, los obispos encomendaron a la Iglesia en México, así como el servicio pastoral que desarrollan, poniendo en manos del Señor los frutos del diálogo con cada uno de los dicasterios de la Santa Sede”.