Por la celebración del Día del Maestro, enviaron un mensaje bajo el título: ‘La educación, un acto de esperanza que transforma el mundo’
Ante la celebración del Día del Maestro, la Comisión Episcopal de Educación Católica envió un mensaje a los educadores y maestros, titulado: “La educación, un acto de esperanza que transforma el mundo”.
El objetivo es agradecerles a los destinatarios su dedicación a la educación de los chicos, adolescentes y jóvenes del país: “por ser sensibles a la importancia estratégica de las escuelas en el cumplimiento de la misión de la Iglesia y por dedicarle tiempo, afecto, energía y preocupación”.
Afirmaron que son conscientes de que eligieron una vocación noble y trascendente porque ser educador es mucho más que impartir una clase o un programa de estudios; “es un acto de amor y de esperanza que tiene el poder de transformar el mundo”.
Los miembros de la Comisión Episcopal recordaron que el papa Francisco siguió con atención el camino de los educadores. Con motivo del lanzamiento del Pacto Educativo Global expresaba: “Educar es siempre un acto de esperanza que invita a la coparticipación y a la transformación“.
Referenciando nuevamente al Pontífice, remarcaron que, en un mundo marcado por la incertidumbre, los educadores son faros que guían a las nuevas generaciones transmitiendo conocimientos y construyendo un futuro más humano: “la educación es una de las formas más efectivas de humanizar el mundo y la historia“.
Asimismo, reiteraron que la verdadera grandeza de su trabajo no se mide en número, “sino por la capacidad de incidir en el corazón de una sociedad” (Evento virtual sobre el Pacto Educativo Global (octubre de 2020). El compromiso, el testimonio de vida y las convicciones dejan una marca imborrable en el corazón de sus estudiantes, según Francisco. Y, resaltaron lo que expresaba en su video a los educadores (Enero 2023): son ellos quienes manejan armoniosamente los tres lenguajes fundamentales: “el de la cabeza, para el intelecto; el del corazón, para la empatía; y el de las manos, para la acción”.
Los obispos destacaron que Argentina, en su historia, ha forjado grandes educadores, y su visión de un futuro mejor no es nueva. “Quien fuera presidente argentino y educador apasionado, Domingo Faustino Sarmiento, solía expresar que todos los problemas son problemas de educación”. Así, enfatizaba que la educación es la base sobre la que se construye cualquier nación y se resuelven sus mayores desafíos; una herramienta fundamental para el desarrollo humano y social.
Reconocieron los desafíos que presenta el mundo juvenil. Como lo ha hecho el papa León XIV, quieren invitarlos a seguir acompañando a los jóvenes que son “como los de todas las épocas, volcanes de vida, de energía, de sentimientos, de ideas. Lo vemos en las cosas maravillosas que saben hacer en tantos campos. Pero que también necesitan ayuda para hacer crecer en armonía tanta riqueza y para superar lo que, aunque de manera diferente al pasado, todavía puede impedir su sano desarrollo” (Discurso de Santo Padre a los Hermanos de la Escuelas Cristiana).
Para concluir, animaron a los referentes del campo educativo a no dejarse vencer ante una realidad muchas veces hostil, la sobrecarga de trabajo, los bajos salarios, la falta de reconocimiento social, la violencia en las aulas, situaciones que pueden llevarlos al agotamiento y la deserción.
Pidieron que en cada aula, diariamente, se siga sembrando “la semilla de la esperanza: una esperanza de paz, de justicia, de belleza, de verdad, de bondad y de fraternidad”. Y que la Virgen María, Madre y Educadora, los abrace en este mes de la educación.