El obispo de Barbastro-Monzón nunca ha pensado en renunciar

  • La preocupación del equipo de Pérez Pueyo se centra en la futurible gestión financiera de Torreciudad, amén de reubicar la talla de la Virgen
  • Desde la Diócesis se habría sugerido una auditoría sobre el santuario que no tienen constancia que se haya realizado durante el comisariado vaticano

El obispo Ángel Pérez Pueyo, en Torreciudad

El obispo de Barbastro-Monzón, Ángel Pérez Pueyo, nunca se ha planteado la dimisión ni ha querido lanzar un órdago sobre una posible renuncia a la Santa Sede. Así lo comparten a ‘Vida Nueva’ desde el equipo de la Diócesis aragonesa y quienes participaron en la eucaristía del pasado lunes en la que el pastor denunció “presiones para aceptar lo que no puedo aceptar”, sobre el conflicto abierto con el Opus Dei sobre el santuario de Torreciudad que podría estar a punto de zanjarse ante un posible pronunciamiento final del comisario pontificio Alejandro Arellano.



“No percibimos en ningún momento ni en ninguna de sus palabras o expresiones que el Don Ángel amenazara con dejar su ministerio, que tenga sensación de hartazgo o que esté cansado. Simplemente ha alzado la voz sobre una situación que considera y que consideramos injusta”, expone uno de sus colaboradores que hace suya una de las máximas que el obispo comparte con sus diocesanos por las calles de la ciudad: “Acatará la decisión que se tome desde Roma sobre Torreciudad, pero no firmará algo que no respete la dignidad del pueblo”.

Dignidad gigante

Este posicionamiento de aceptar la decisión última de León XIV y del decano del Tribunal de la Rota, pero visibilizar su discrepancia con alguno de los puntos encajaría con los mensajes de la homilía que compartió el lunes, donde se presentó como un pastor que busca defender la “dignidad gigante y una fidelidad inquebrantable” de su pueblo.

De lo que sí es consciente el entorno de Pérez Pueyo y asumen como tal es que su pronunciamiento público de estos días pudiera traducirse en cierto malestar en el Vaticano y que pudiera de desembocar en un momento determinado en un traslado de diócesis o en una jubilación anticipada como reprimenda. “Gustosamente vengo luchando hasta la extenuación en defensa de nuestro pueblo, sin importarme ningún sacrificio”, llegó a decir a este respecto en su homilía.

En esa alocución de Pérez Pueyo en la catedral de Barbastro en el marco de las fiestas de la Virgen del Pueyo, el obispo hizo especial hincapié en la necesidad de que la imagen de Nuestra Señora de Torreciudad retorne a su ermita después de que en las últimos años haya sido venerada en el macrotemplo erigido por la Prelatura en 1975.

¿Santuario internacional?

Junto a esta cuestión, hay otro fleco que preocuparía más al obispo, según detallan desde su entorno. Se trataría de la gestión económica del santuario. Es por ello que el pasado mes de julio, el pastor propuso a la Santa Sede que se le declarara santuario internacional. De esta manera, sus finanzas dependerían directamente de Roma, sin que la Diócesis tuviera que intervenir ni recibir compensación o donativo alguno. Desde el Opus Dei siempre han defendido y han reiterado a ‘Vida Nueva’ la transparencia de las cuentas del santuario, como recoge la memoria anual de actividades del enclave y sus protocolos de ‘compliance’.

Rezo Del Rosario En La Jornada Mariana De La Familia En Torreciudadvirgen

Es más, una de las principales demandas del equipo de Gobierno de Barbastro-Monzón al comisario pontificio era la puesta en marcha de una auditoría sobre la gestión de Torreciudad y las entidades vinculadas, puesto que consideran que podría arrojar luz a la hora de dilucidar el estatus del lugar.

Sostenibilidad futura

Sin embargo, tal y como explican a esta revista, no tienen constancia de que este estudio económico externo se haya llevado a cabo a la luz del borrador filtrados sobre un posible acuerdo en los que se pone el énfasis en cuestiones como el emplazamiento de la talla mariana y la designación de los rectores, lo que reflejaría que no se ha reparado en la futura sostenibilidad económica del epicentro de las peregrinaciones de la realidad eclesial fundada por san Josemaría Escrivá de Balaguer y quien respondería ante lo que pudiera suceder en el entorno.

En este contexto, podrían enmarcarse algunas de los comentarios que el papa Francisco compartió con Pérez Pueyo por carta y en sus encuentros, y el que el obispo desvelaba esta semana, como la advertencia sobre “intrigas mafiosas que están en curso” y su invitación a perseverar en su lucha: “Ángel, no cedás”. Una recomendación que estaría siguiendo al pie de la letra.

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